Ya he encontrado el término justo para definir a la gran mayoría de los periodistas y caras visibles en las pantallas, o voces de la radio, efectivamente, mercenarios de la desinformación y la manipulación; hombres y mujeres al servicio de los poderosos que ofrecen supuestas informaciones con carácter tendencioso en el sentido que es de interés de esos poderosos. He ahí el periodismo raquítico que se ejerce en el mundo para conseguir el adoctrinamiento y aborregamiento de la población. Con ello se consigue que sea previsible cualquier reacción de las masas, y es más, que el movimiento sea el esperado por esa oligarquía de poder compuesta por los dueños de los medios, algunos potentes empresarios y destacados banqueros.
No es recomendable empaparse de esas voces y esas noticias edulcoradas sin que se aplique el sentido común, se reflexione un poco y se llegue a leer entre líneas. Pues cada sector está constantemente enfrentado al otro y tratando de difundir el mal del otro al tiempo que obvian el suyo para inclinar la balanza a su favor. Es por ello que cada voz anuncia la corrupción del otro, como si no existiera la de los que defienden esa cadena o emisora. Es por ello que lo mismo contado por dos canales mercenarios no se parezcan en nada, la objetividad se pierde y lo que sucedió ya no se acierta a saber cómo fue o qué fue. Tal vez estén jugando a eso precisamente, a confundir a la gente con tal de velar los hechos, la gravedad de los mismos y lograr parte de la impunidad de sus autores, que posteriormente la fiscalía les afinará por orden de algún ministro de interior o por imperativo del gobierno de turno, rematando el afinamiento y el sobreseimiento del proceso judicial y la puesta en libertad de los delincuentes.
Los medios de desinformación y manipulación masivos no ayudan en nada a que haya orden y justicia en España porque ellos se prestan a que exista esa desinformación y manipulación mediante noticias falsas o edulcoradas, como dije antes. Pienso que el gobierno y las demás instituciones del Estado están secuestradas, de alguna manera por ese poder a la sombra, y nos vemos obligados a vivir de la forma que a ellos interesa, con sus normas hechas leyes por los gobiernos secuestrados, la justicia maniatada, y una soberanía del pueblo inexistente, a la que le han usurpado el supuesto poder que le correspondería. Ahora yo haría buena una de esas frases celebres de M. Rajoy cuando dijo aquello de: "Todo es falso menos alguna cosa", pues así veo todo el chiringuito que nos vemos obligados a mantener, lleno de parásitos y saqueadores, que además tienen la poca vergüenza de dictar y acotar nuestro bienestar, al tiempo que se conceden mediante sus propias leyes y autorización de esa cúpula mafiosa de poder oscuro a la sombra, todos los privilegios, sobresueldos, dietas y comisiones, que vengan bien a los bolsillos de sus señorías, con tal de que apoyen los planes y directrices de la mafia gansteril.
Para cerrar, os diría que vuestra salud física y mental están en riesgo de seguir al pie de la letra los informativos televisivos y radiofónicos.
Seguiremos...
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