Muchos y muchas tienen por sus líderes y salvadores a los señores y señoras políticos, pero a mí no me valen. Llevan gobernando el país demasiado tiempo, evidentemente no los mismos, pero sí sus iguales, sus similares, y en varias ocasiones los mismos partidos. Todos nos han robado, todos han decidido por nosotros lo que más les ha convenido a ellos y no al pueblo. Nos han metido en guerras, nos han mentido, no han respetado nuestras decisiones y, casi nunca nos consultan, somos un cero a la izquierda para casi todos los que ocupan escaños en el Congreso. Son falsos líderes y falsos salvadores, solo dan alguna pincelada para que estemos callados y pasivos, no quieren revueltas, no desean reacción alguna popular y ya se cuidan de ello legislando en nuestra contra, como ejemplo la magnifica y ejemplarizante Ley Mordaza o de seguridad ciudadana. Una ley para su propia protección, la de los policías y para sancionar desorbitadamente cualquier acto serio de protesta contra los métodos totalitarios disfrazados que usan los que gobiernan a las órdenes de los poderes ocultos, a los que siempre obedecen para llegar más alto, ganar más dinero y gozar de un futuro dorado en algún consejo de administración de alguna importante corporación, muchas veces anteriormente privatizada, robada a la ciudadanía española.
Nada o poco que agradecerles, cuando se dedican a someternos haciéndonos cumplir sus reglas bajo su sistema de represión teñido de blando. Su autoridad no es bien recibida porque verdaderamente no siento que estén volcados con la ciudadanía y les falta mucho valor para que así sea. Van con pies de plomo para no herir los sentimientos religiosos, empresariales, industriales, etc., porque hay demasiadas voces confundiendo la igualdad, la equidad en el reparto y el bienestar de la ciudadanía con ideologías comunistas, o con que lo que se desea es implantar un régimen que llaman bolivariano, cubano o ruso. Con ese nivel humano que exhiben algunos, esto no tiene futuro más que para los que se llenan las carteras a costa de los que debemos permanecer callados y tragando cuanto ellos nos quieran hacer tragar. La riqueza no está en manos de los empresarios como dijo el otro día el dueño de Mercadona, Sr. Roig. La riqueza la generamos entre todos, y a mí no me vale la defensa que hacen algunos cuando dicen que el empresario expone su dinero, es el que hace inversiones y da puestos de trabajo. Yo me pregunto si todo eso no podríamos haberlo hecho entre todos con el dinero de nuestros impuestos si en España no hubiéramos tenido tantos ladrones de guante y cuello blanco. Claro que podríamos haber creado una cadena de supermercados que, sin ánimo de lucro, nos hubiera servido productos a más bajo precio. Claro que podríamos haber industrializado el país para fabricar todo cuanto hubiéramos necesitado y asegurar puestos de trabajo para todos. Es un sistema solidario y colaborativo, comunitario si quieren, creado entre todos para todos, digan para qué necesitábamos a los empresarios, un grupo que se dedica a lucrarse del trabajo de los demás y a exprimir el bolsillo de la gente.
La cobardía de los que nos han gobernado y sus formas más o menos corruptas son las que han impedido, y lo siguen haciendo, que vayamos hacia un sistema comunitario envuelto de honestidad, que tenga como únicos fines, el bienestar de la gente y el progreso real del país sin llevarnos a la ruina que supone el sobre endeudamiento al que nos han llevado. Ya lo he dicho muchas veces, los políticos, tal como entienden y hacen política no son parte de la solución, son el problema en sí mismo.
Seguiremos...
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