Ya anuncian elecciones para mayo y nos volvemos a encontrar con la tesitura de qué hacer, votar o no, ir al colegio electoral o pasar de todo este sistema mafioso-corrupto, echar el sobre en blanco en la urna o entrar al cambio de cromos. Mientras la Constitución sea la que es y los actores políticos no se atrevan a cambiar ni una coma al dichoso texto, favorable a los políticos y los poderes, maldito para la ciudadanía en cuanto a dejarnos en un tercer plano, sin voz y sin poder alguno de decisión; salga lo que salga de las urnas es quitar A para poner B, las cosas seguirán muy parecidas a lo que hay, sea bipartidismo o no, porque la Constitución les encorseta en primer lugar, y después se acomodan cuando empiezan a disfrutar de los privilegios que les conceden.
La estructura mafiosa-corrupta de nuestra sociedad y sus poderes, deja poco margen de acción si la voluntad de los que gobiernan no es férrea y está fielmente alineada con la ciudadanía. Esto nunca ocurre porque enseguida llegan las presiones de los poderes monetarios ocultos, esos que siempre hemos dicho no se presentan a ninguna elección, pero que están ahí para dar la lata, fastidiar a la gente en pos de sus propios intereses. Es entonces cuando todos los políticos bien pagados y temerosos de ser borrados de esa clase privilegiada, se postran a esos señores a la sombra y comienzan a legislar a gusto de éstos. España lleva décadas en esta inercia, vaciando las arcas de dinero público, malversando en ocasiones, privatizando otras veces, equilibrando las cosas para que no se les vaya de las manos la paz social, apretando pero sin dejar que nos ahoguemos, haciéndonos responsables de todo cuanto sucede en este país aunque no tengamos modo de intervenir ni directa ni indirectamente en los asuntos que nos endosan. Todo con tal de volver a meter la mano en las arcas públicas y hacer que se pierda más y más miles de millones de euros, que después nadie devuelve, empobreciendo a España, empeorando los servicios públicos y la vida de los españoles.
Ante ese panorama real de España de las últimas décadas, ya me dirán, ¿con qué ganas va uno a votar, sabiendo que ayudamos a que vuelva a reproducirse la misma radiografía calamitosa? Siempre dicen que es para cambiar las cosas, pero si existe un techo, que es la Constitución y la voluntad de los poderosos, salgan los que salgan solo tendrán permiso para maquillar las cosas, como dije antes, para que la paz social no se les vaya de las manos. Es muy descorazonador todo cuando gobiernan como mafiosos, como gánsteres, como corruptos y con una justicia comprada, secuestrada y maniatada para impedir que todos seamos iguales ante la ley, existan personas inviolables y otras aforadas, el resto sí podemos y somos juzgados llegados el caso. La tomadura de pelo de los políticos y el sistema vergonzoso que mantienen por su conveniencia y la de los poderosos, es un cáncer en nuestra sociedad.
Seguiremos...
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