martes, 18 de abril de 2023

MÁQUINAS VS POLÍTICOS

 


    Siempre que hablan de automatización, robotización y máquinas en general, los trabajadores vemos peligrar nuestros puestos de trabajo. El enfoque que los expertos dan en los medios de desinformación y manipulación masivos, es de ese orden, llegarán las máquinas y se perderán millones de puestos de trabajo. Nunca he oído hablar de suplantar a la casta política gobernante, poco o nada íntegra, poco honesta, muchas veces mafiosa y corrupta, por un sistema informático potente para que no tenga que intervenir la mano de la chusma y modifique las condiciones, las normas o las leyes a su antojo y conveniencia. O sea, si la máquina tiene un software que dicta que un concurso público de tal importe se debe hacer de tal manera y solo se puede optar a licitar si la empresa está en tal o cual condición, solo dejará tomar parte en las condiciones previstas por la ley y no beneficiará a ninguna, ni permitirá que participen otras que incumplan algunos puntos de la ley, aunque sean de los que se reúnen en el palco de tal o cual equipo de fútbol, ustedes me entienden.

    De igual modo, cuando se pidan ayudas, se conceden cuando se cumplen los requisitos, y dirigiéndose al sistema, que contendrá todos los datos, la resolución será inmediata, sin meses de espera como sucede ahora, sin tener que ir a dieciocho edificios y tocar la puerta de otros tantos despachos distintos como si estuviéramos mendigando lo que por ley nos corresponde, pero que la Administración demora cuanto puede si se trata de socorrer o soltar dinero. Ya hemos visto unas ventajas y un modo de operar con la Administración Pública, a través de un servidor informático gobernante, sin las consecuencias negativas, que muchas veces, supone la intervención de la burocracia reinante en casi todas las secciones del chiringuito público, anormalmente gigante, mastodóntico diría yo, que solo justifica una cantidad de empleos bárbaros, muchos de ellos en mano de gente política, dados a dedo a amigos, militantes y familiares de políticos. Puestos de trabajo sin control alguno de productividad a pesar de unas pantomimas de test o evaluación de la productividad, cuyo único fin es que ciertas personas se lleven un suculento sobresueldo, pero en ningún caso corregir las deficiencias del funcionariado y la libertad de trabajar al ritmo que cada cual quiera imprimir, o las veces que abandonan su lugar de trabajo. Las veces que pican por la mañana como si ya hubieran entrado y estuvieran trabajando, cuando siguen en la calle en la tarea de llevar a los niños al cole. O cuando aparentan hacer jornadas de tarde, exigidas para completar los horarios, pero se sale sin picar para ir a almorzar sin prisas de ninguna clase al bar de enfrente y cuando suben a sus mesas, recogen y pican como si hubieran estado trabajando. Hay mucho, demasiado, como los que se dan de baja por asuntos que en nada o poco interceden con el desarrollo de sus trabajos, pero se les ve en festejos y demás distracciones públicas. También los que estando de baja, solicitan el alta voluntaria para poder ser vistos en algunos de esos festejos, pero enseguida que termina el cachondeo vuelve a ir al médico y dice que sigue malito y coge la baja. El empleo público es muy improductivo porque sabemos que hay cantidad de "jefes", políticos casi todos, que no se mojan, que no discuten con nadie, que no exigen rentabilidad en el trabajo, que no imponen las normas que toda la plantilla debiera cumplir, que no son conscientes de que se derrocha el dinero público, que son solo "jefes" para llevarse el salario de dicha categoría, pasan de todo. 

    Con este botón de muestra, que dicho sea de paso, nos cuesta un riñón a todos los ciudadanos, sería preferible implementar un sistema de gobierno automatizado que no se casara con nadie por simpatía, por compartir fiestas y vicios, por militancia, amistades o familiaridades. Un servidor potente, con una capacidad bestial que aunara toda la información que legalmente esté permitida tener a la Administración Pública y que suplante a la falsedad, a la corrupción y a todos esos negocios ocultos, que los que están abusando continuamente de la ciudadanía española llevan a cabo a nuestras espaldas.

    Seguiremos...

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