Como hacían las tribus de indios, danzar para que la lluvia llegara, hacemos ahora con aviones regando los cielos de unas estelas de humo que se van convirtiendo en nubes, primero blancas y, posteriormente, en grises, más o menos negruzcas. ¿Se persigue hacer llover? ¿Quién lo sabe? Con tanto ocultismo nadie puede estar seguro de nada, pero hace algún tiempo, basado en un BOE, comprobamos que el Estado español autorizaba el tratamiento de la climatología mediante yoduro de plata, para evitar granizos que dañaran las cosechas o reducir o potenciar las lluvias a conveniencia, ya lo estuvimos comentando en otro escrito.
Al hilo de lo expuesto, diré que en la mañana de ayer salí a pasear el perro y aprecié que los cielos de Sevilla se cubrían de líneas en todas las direcciones, como si trataran de tejer los cielos. Esas líneas, después de hechas, se iban extendiendo, primero con color blanco, y por la tarde muchas de ellas eran de distintas tonalidades grises. Lo que salió como un día radiante de sol, se estaba convirtiendo en un cielo amenazante de mal tiempo y lluvia. Tomé varias fotos y un breve vídeo, con el convencimiento que en un par de días llovería y el tiempo cambiaría radicalmente. Es mi pensamiento, por eso lo documenté para tener constancia y esperar a ver si era así. Hoy, es temprano cuando escribo, aún no ha amanecido, suelo escribir entre las seis y las siete de la mañana casi todos los días y lo subo para compartirlo; por lo tanto, no sé cómo estará el día. No obstante, cuando me acosté ayer encendí la radio, otra de mis costumbres, escuché algunas noticias y, entre ellas, me llamó la atención la petición de los agricultores y ganaderos sevillanos que reclamaban ayudas para paliar la sequía, y que si no llovía pronto no podrían sembrar los cereales, así como ayudas para abrevaderos para los animales, etc. ¡No digan que es no es curioso! Esta mañana, la radio seguía dando la misma noticia, al menos en la radio autonómica de Andalucía.
Después de esas dos escuchas, era fácil hilar e interpretar el esfuerzo ímprobo que hacían ayer los aviones repartiendo producto en todas direcciones y enturbiando la bóveda celeste, que es como se mostraba ayer el techo de nuestro Planeta. No hay mucho más que decir, que esperar a ver qué nos depara el día de hoy y de mañana. No sé si estoy en lo cierto o solo es una fabulación creada por la información recibida, pero en el BOE aprobaron hace casi cincuenta años que se pudiera modificar la climatología por medios tecnológicos y artificialmente, pero claro, como siempre, somos nosotros los ciudadanos, los que con nuestros estilo de vida estamos arruinando al Planeta y el clima.
Seguiremos...
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