La usura en el código penal español fue recogida en la ley Azcarate de 23 de julio de 1908 y, posteriormente despenalizada en la Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre por Felipe González, ¡vaya casualidad!, socialista y obrero, y ya desde entonces al servicio de los banqueros, como han hecho casi todos los gobernantes de este país siempre dirigido por gente bajo el poder monetario.
La usura según el diccionario tiene dos acepciones, una de ellas: Interés excesivo en un préstamo. La otra: Ganancia, fruto, utilidad o aumento que se saca de algo, especialmente cuando es excesivo. Ambos han venido sucediendo desde que el centro social ha sido el dinero, o sea, desde siempre que los trocitos de metal o los papelitos impresos, llamados billetes están en circulación. Bien por el abuso de intereses desproporcionados en las transacciones bancarias, bien porque los precios suben descontroladamente ante justificaciones improbables para hacer buena la cultura del pelotazo. Y siempre se da porque hay quien no velando por los intereses de la ciudadanía, y sí por los de los empresarios y banqueros, los despenaliza como delitos y abre las puertas al campo para que cada uno saquee cuanto pueda y como quiera. Esto es para que digan que Felipe González fue el mejor político que hemos tenido... será para los empresarios y banqueros, ¡vaya usted a saber la de favores financieros recibidos y la de tratos diferenciados que le han debido dispensar los empresarios y banqueros beneficiados de la despenalización llevada a cabo por ese presidente!
Es una vergüenza lo que sucede en España, ya sé que igual sucede en todos los países en mayor o menor grado, pero a nosotros nos concierne lo que ocurre aquí. Esa suele ser la excusa perfecta para los que salen por los medios de desinformación y manipulación masiva, que gustan de hacer comparaciones con los de alrededor para rebajar la importancia de lo que padecemos. Pero que muchos hagan algo mal o delictivo, no justifica que lo cometan, la permisividad, o que la justicia esté manipulada, no tenga independencia y le falte redaños para reaccionar contra los delincuentes que ostentan cargos públicos o políticos.
Actualmente suben los intereses de los préstamos hipotecarios cuando hasta hace dos días han estado recibiendo dinero a interés cero o negativo. En ese momento no han hecho lo mismo con las personas que tenían contraídos préstamos con las entidades bancarias, no le han bajado los intereses a cero, siempre han aprovechado y obtenido miles de millones de beneficios. Ahora les cobran un uno y medio por ciento y ellos repercuten un tres por ciento, vuelven a ganar más que nadie sin atender cuánto asficien a la ciudadanía con préstamos hipotecarios, o si no los pueden pagar, o si los tienen que poner en la calle. Ya hubo un Presidente del gobierno que obró a favor de los banqueros, pero no hay ninguno que lo haga a favor de los ciudadanos, evitando que vayan a la calle sin tener en cuenta sus circunstancias, esto es depredación salvaje capitalista, y los políticos son peones colaboradores y cómplices necesarios de la usura del mercado.
Que nadie acuda a votar engañado, no la próxima vez, tengan en cuenta que ninguno nos representa, más allá de tener algún detalle para con la ciudadanía con el fin de contentar y contener. En el momento de tomar posesión de los cargos, llegan los hombres de poder de la sombra e imponen sus políticas a los que deben legislar y van moldeando el panorama social a su medida e intereses. Es por ello que un presidente despenaliza lo que son delitos flagrantes contra la ciudadanía y su bienestar, y se queda tan pancho. La gente ciega le ovaciona, le aplaude, le encumbra y los consejos de administración de las empresas robadas al pueblo y privatizadas, o aquellas a las que benefició con sus políticas, le ceden un sillón millonario como compensación y retiro dorado.
Seguiremos...
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