Cuando los medios de desinformación y manipulación masivos dicen el número de bajas en la guerra de Ucrania, yo me pregunto qué quieren decir con ello, ¿pasaron las personas a ser bajas por el efecto de las balas? ¿a esto hemos llegado? ¿no vale nada la vida de las personas? ¿se tachan y ya está dada de baja? Es una manera insensible de informar para no herir cuanto debiera, una noticia con dicho contenido de muerte. Mientras los líderes pugnan por sus intereses personales mezclados con otros patrióticos, gente joven convertida de la noche a la mañana en soldados forzosos de sus respectivos regímenes dictatoriales, muere en algún sitio de la geografía de uno u otro país involucrado en el conflicto bélico. Eso sí, sus líderes están bien resguardados de toda peligrosidad, parapetados en sus respectivos bunkers, con sus guardias pretorianas haciéndoles mucho la pelota, aplaudiendo sus acciones, sus mandatos, sus dictados que les corresponde mejor en estos momentos en los que mandan a la fuerza a sus compatriotas a morir por su causa, por su cabezonería.
No son bajas, no son números, no son operaciones aritméticas sino personas que están dejándose la vida por las órdenes de aquellos que se erigen en dictadores de sus países para poder obligar a los que no quieren ir a la guerra, ni tienen suficientes intereses en ella como para abandonar a sus mujeres e hijos, quizás para siempre. ¿Cuándo un líder de esos se convierte en genocida? ¿Cuál debe ser el número de muertos que tengan a sus espaldas para considerarlo genocida? A pesar de las muertes de las que son culpables directamente, algunos les jalean como si de héroes se tratase. Héroes que no han disparado ni un tiro, que no han dado la cara en ningún momento desde que se comenzó la guerra, más que para amenazar a unos y a otros, o pedir ayuda para que otros países se hagan cómplices de su guerra.
Las bajas vuelven, si vuelven a casa y no quedan abandonadas en los campos de batalla como chatarra de guerra, como tanques o cañones inservibles, como aviones derribados, envueltos en banderas, al menos es a lo que nos tienen acostumbrados las películas americanas, no sé si en esta guerra sucederá lo mismo, o si tendrán tiempo de recoger "las bajas" del suelo y con heridas mortales, cuerpos destrozados y ensangrentados. Todo esto es una locura del siglo XXI, en el que ya no era de esperar que la barbarie de algunas mentes humanas pudieran reproducir, pero ya vemos que sí, que tiene cabida en los cerebros de personas que valoran más empujar las líneas de las fronteras más allá de donde están marcadas, que la eliminación de miles o millones de vidas, que pasan a calificarse de "bajas".
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario