La moción de censura es una figura legal para derrocar a un gobierno con el que no se está conforme por lo que fuere. Algún partido la presenta, designando a una persona como presidenciable, y se somete a votación de todos los Diputados del Congreso. Bien, pues cualquier planteamiento es aprovechado por unos y otros para sacar rédito electoral, desde el que la presenta sabiendo que no cuenta con los apoyos necesarios para sacarla adelante, como por el que gobierna que carga las tintas con la actual oposición, PP, que como ha dicho se abstendrá, siendo tachada de estar al lado de la extrema derecha. El PP es muy cobarde y afianza el bipartidismo con su abstención, al menos es mi opinión, pues su papel como principal partido de la oposición es hacer caer al que gobierna, porque para eso es oposición, o sea, no está de acuerdo con las políticas desarrolladas por el gobierno. Sin embargo, se queda en tierra de nadie, cuando su obligación es aprovechar la ocasión de que alguien plantea la moción de censura, y mostrarse como lo que se supone es..., oposición.
Desde el punto de vista de VOX, está claro, es un puro acto electoral para recalcar sus políticas de la derecha más extrema y más contrarias al gobierno, afianzando postura para que su electorado sepa bien dónde se encuentra y haga inclinar la balanza hacia su cesta. Aprovecha para alzar la voz y dar su mitin contrario a todo lo que significa este PSOE adulterado, centrado y hasta de moderada derecha en algunas ocasiones. No obstante, una derecha blanda, una derechita como gusta llamar a VOX, en la que podemos incluir, sin miedo a equivocarnos, al PSOE actual. Un PSOE que ha legislado en contra de la ciudadanía y a favor de las oligarquías bancarias, energéticas y alimentarias, por cobardía de meterles mano e intervenir sus abusos tarifarios en momentos tan delicados y críticos de pérdida de poder adquisitivo por parte de la ciudadanía.
Además de lo indicado con respecto a la actuación dubitativa del Gobierno con respecto a las organizaciones de peso del país, sacando de la chistera medidas absurdas y de baja o ninguna repercusión en beneficio de las carteras de la gente, también ha puesto en marcha leyes, igualmente absurdas, que solo perseguían reivindicar un estado ya recogido por el código penal, pero que han querido teñir de colores para destacar la figura feminista y sus reivindicaciones, así como la figura trans, o la ineficaz ley de bienestar animal, que cuida de unos animales y de otros no, de acuerdo con ciertos intereses privados o de ciertos colectivos. Se ha hecho una inversión de tiempo y de varios miles de millones de euros para poner negro sobre blanco, repito, para remarcar aspectos criminales que ya estaban recogidos en nuestras leyes, pero había que pasar a la historia por absurdas luchas contra lo que muchas llaman y se regocijan en llamar "lo que sea, y machista". Que es el último propósito que tienen muchas.
Seguiremos...
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