Otra medida electoralista del partido socialista, hoy en Consejo de ministros se va a aprobar, con la oposición de Unidas Podemos, el aval del 20% de las hipotecas para que los bancos lleguen a ofrecer hasta el 95% del valor de la vivienda a los jóvenes y familias necesitadas. Digo, o la califico, de medida electoral, puesto que el verdadero problema para que los jóvenes puedan acceder a una vivienda, a una vida y a un futuro es que tengan un trabajo digno que les aporten unos ingresos para poder construir sus vidas y tener sus familias. O sea, estamos en el punto de partida por mucha medida que quieran implantar con tal de captar votos de los sectores más jóvenes de la población. Los socialistas son especialistas en reaccionar a última hora, cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina, y parchear el resto del tiempo, como hemos podido ver durante la legislatura: cheques culturales de 400 €, 20 céntimos por litro de combustible, cuarenta medidas que no funcionaron ninguna de ellas, frente al abuso de los bancos y de los comercios de productos alimentarios.
A los jóvenes y a los menos jóvenes lo que nos hace falta es trabajar, tener ingresos, poder pagar nuestras facturas y nuestros impuestos. Y cuando hablamos de ingresos, que se pueda vivir con ellos, no que sobre mucho mes al final del sueldo. No que gente con salarios de medio millón al año, sean los que topen dichos salarios de los demás, apostillando que solo se puede subir un uno y medio por ciento, nos pretenden dar limosnas mientras ellos cobran treinta y cuarenta mil euros al mes. De cabrones y mangantes está llena esta sociedad en puestos de mando, más una larga lista de corruptos que solo saben saltarse las leyes y poner la mano. El egipcio lo saben hacer muy bien casi todos los peces gordos de nuestra sociedad.
Esto enlaza con otras ideas que he expuesto en otros escritos, que hay que abogar por una sociedad menos distraída y más centrada en emplear el tiempo y nuestro dinero en aquello que nos aporte bienestar y progreso. Las competiciones, las tradiciones y todas esas formas de juergas, le aportarán mucho a los que las organizan, pero casi nada a la población de a pie. A nosotros nos hace falta que se invierta en educación, en investigación, en tecnología, en ciencia, en industrializar cada día más el país, en convertirnos realmente en una primera potencia mundial en todos los sentidos. Eso es lo que abre las puertas al progreso, a la productividad, al trabajo remunerado, al civismo, al respeto y al bienestar. De todo esto carecemos y nos sobra el vivir o esquematizar una sociedad subvencionada por los dineros que vengan de la UE. Yo quiero que seamos autosuficientes, que no seamos un país que se endeuda más y más, y para ello han de cambiar las políticas y a los que gobiernan. Muchos de nuestros políticos se sienten cómodos gestionando los dineros que nos hacen endeudar más porque viven en el corto plazo y mientras reparten se llevan una buena parte, bien para ellos, bien para sus partidos y la subsistencia de los mismos. Los políticos aún no alcanza el nivel suficiente para lo que propongo, ni tienen la valentía adecuada para dar pasos en firme hacia tal fin.
Seguiremos...
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