¿Qué tal, todos contentos?, seguro que no. Unos han retrocedido y otros han podido repartirse trozos más grandes de la tarta. Algunos casi han desaparecido del mapa político español, el azul se ha extendido y ya estamos listos para que la gaviota se nos cague encima. Aparte de la injusta ley electoral que media en el sucio juego de los políticos, parece mentira que la memoria de los españoles sea tan efímera, breve y olvidadiza. Los miles de casos de corrupción son perdonados, se hacen desaparecer como el mago hace con su varita mágica, la chistera o el pañuelo. Le da un pase por encima y aquello que antes se veía, deja de estar ante los ojos de los presentes. Aquí, en elecciones, sucede lo mismo, se da una manita de barniz y todo parece nuevo e inmaculado, regenerado o divino, y todos ignoran a los partidos que más han metido la mano en la caja del dinero público.
España es más azul que ayer, aunque lo debiera ser en potencia, puesto que han salido a la calle con el ánimo y la papeleta debajo del brazo deseosos de llegar, dar su DNI y poder depositarla en el interior de la urna. Ya veo que hay cantidad de gente a la que no le importa ni la corrupción, ni la privatización de los servicios públicos, o que todos estemos obligados a contratar un servicio médico o un plan de pensiones, privados. Veo que eso de la calidad de vida para muchos pasa por tener un taco de billetes, ponerse al lado de los empresarios y permitir que ellos manden e impongan sus reglas del juego. Veo que se impone la visión de una España elitista o de gente que aspira conseguir el estatus de gente estirada. Pues sigan apoyando a la mugre de arriba y ya verán el batacazo que nos vamos a dar. Ninguno de ellos nos va a ceder el poder a la ciudadanía, aunque así lo indique la Constitución (La soberanía reside en el pueblo), es mentira, nunca fue así, primero el poder fue del dictador, después de los dictadores con disfraces de demócratas, y ahora de los que dicen representarnos, pero aquí se hace lo que ellos digan sin consultarnos para nada... ¡Otra forma de dictadura o dictablanda!, como quieran.
Por otro lado, da igual los que estén arriba, solo que ahora toca el saqueo de estos, antes era el de aquellos, la ciudadanía siempre es saqueada desde la noche de los tiempos. Por encima de los que han salido siempre están los poderosos, los de la pasta gansa, los que no se presentan a ninguna elección, pero siempre mandan, y su techo es el negocio blanco o negro, las tácticas mafiosas y la corrupción. Por tanto, todo sigue su curso, o sea, el que deciden esos poderosos. No habrá resultado justo de ninguna elección que no sea el devolver el poder a la ciudadanía, y se articulen mecanismos que hagan posible que nos podamos gestionar a nosotros mismos sin la intervención privilegiada y dudosa de los políticos.
Seguiremos...
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