No solo la caradura de los políticos, sino la inutilidad de los mismos, en cuanto a que son los responsables de hacer las leyes, y ni siquiera eso saben hacer. ¡Qué casualidad!, gente política con grandes sueldos y abultados patrimonios, accede al bono social de electricidad, quitando un dinero que debiera ser asignado como ayuda a familias que realmente no puedan abonar su factura de la luz.
En este caso se ha sabido del Vicepresidente de Ayuso, que viene beneficiándose de la rebaja en la factura de la electricidad por ser familia numerosa, además de pudiente en todos los sentidos: abultado salario y considerable patrimonio. A este político le criticaba Mónica García, líder de Mas Madrid, indicando, incluso, que debiera dimitir por esa razón. Claro, lo hacía hasta que ella misma ha sido descubierta beneficiándose por el mismo concepto, rebaja por bono social en la factura de la luz. Esta señora lo disfrutaba a nombre de su marido.
Una vez más la inutilidad de los políticos para hacer leyes queda al descubierto, son incapaces de redactar leyes sin que los sinvergüenzas, porque es de sinvergüenzas solicitar ayudas, que todos entendemos son para las personas sin recursos, o recursos más bajos. Pero igual no son todo lo culpables que se les presupone, puesto que con la ley en la mano, igual reúnen las condiciones para solicitar las ayudas, por el mero hecho de ser familias numerosas. Lo que ha ocurrido, es que a las leyes les faltaba el acotamiento lógico y de sentido común, que las ayudas pagadas por todos solidariamente se dan a familias cuyos ingresos estén por debajo de unas cantidades determinadas. Cantidades que se han de establecer sin excepción alguna para evitar que se aprovechen las garrapatas, que hay demasiadas en este país.
Aunque las leyes sean imperfectas, como vemos continuamente, la vergüenza, la conciencia y el sentido común, están para algo más que rellenar las páginas de un diccionario. Los políticos se aprovechan de cada grieta que tenga la ley, su ley, la que dejan a medio hacer y llena de imperfecciones para que los golfos y golfas pasen de un lado a otro con total impunidad. Es por ello que abunden tantas personas con proyección delictiva, mafiosa y corrupta. Si se atan bien los asuntos con las leyes correctas, y se aplican esas mismas leyes con rigor por parte de la judicatura, el "picoteo" frecuente de los dineros públicos, cesaría. Malos políticos y malos gobiernos nos han llevado a donde estamos, aunque todo lo que trascienda es que los trabajadores son muy flojos y los españoles somos los menos productivos. ¿No será que los que mandan y organizan, no saben hacerlo? Una empresa que carezca de una organización adecuada a la tarea a realizar, que no tenga el personal adecuado en formación, experiencia y cantidad, o no disponga de las máquinas y herramientas más eficientes; es muy probable que no sea una empresa rentable en cuanto a productividad conseguida, por tiempo empleado y dinero invertido. Y para que esto no suceda, los empresarios han de invertir constantemente para obtener para sus empresas los equipos más modernos, más funcionales, más rápidos y más eficientes. Ya está bien de culpar siempre a la mano obrera, cuando comparen la productividad de las empresas españolas con las de otro país del mundo, comparen también su tecnología incorporada, la inversión realizada por sus patronos, la mano de obra cualificada, los materiales empleados, sus instalaciones, sus máquinas, sus herramientas y todos los recursos puestos al servicio de los trabajadores para desempeñar sus funciones.
No se dejen tomar el pelo. Piensen un poco y den vueltas a la desinformación y la manipulación que todos los días ofrecen las noticias a media de los medios.
Seguiremos...
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