Al final, va de eso, de aglutinar a todos los que tienen ideología de izquierda, pero yo voy un paso más allá para demostrar que ninguno está por la gente sino por sus cortijos privados, por sus cotos de caza, por su pesca de votos, por sus egos, por su identidad, por sus colores y por sus siglas. Es como en el mercado, todos los fabricantes están buscando su trozo de la tarta, pugnan por los nichos de mercado, por los clientes potenciales y por las mayores cifras de ventas.
Precisamente, por todo lo expuesto, común en cada formación, y por la no disposición de todos a abandonar lo que en el tiempo han forjado para crear algo nuevo, todos eligen el postizo: SUMAR. El nuevo aire de algo que ya existe, para tratar de crear nueva ilusión al votante de izquierda, pero el votante ya está más que quemado y harto. Los sacrificios siempre son asumidos por los mismos, por la gente trabajadora a la que le imponen todas las condiciones, las normas de cómo se han de hacer las cosas, las que son permitidas y prohibidas, a veces incluso aquellas que nos imponen anti constitucionalmente, como fue la retención en el interior de nuestras viviendas durante la pandemia. Los que legislan no se cortan ni un pelo en decir qué podemos y no hacer, para el resto ya está la Ley Mordaza, para reprimirnos y atemorizarnos un poco más.
Yo llevo algún tiempo, que desde mi desapego a las organizaciones políticas vengo proponiendo que sean capaces de abandonar cada uno su formación e integren entre todos una nueva que se denomine Izquierda de España, de tal manera que toda la ideología de izquierda se aglutine en una única formación. Así todos se retratan y los votantes de izquierda les votaría sin lugar a dudas. Pero ¿alguien se imagina ni por un momento que por el bien de la ciudadanía, los grandes chiringuitos políticos van a dejar de volver a nombrarse tal como hoy se llaman, se van disolver de la noche a la mañana, van a dejar esa soberbia tan grande que exhiben cuando van predicando que son un partido de no sé cuántos años? Cuando se trabaja por la gente, lo de menos es la "Razón Social", lo que importa son los objetivos, las intenciones, la honestidad que les falta a casi todos, y no digamos, el cumplimiento de las promesas, donde fallan todos, antes o después.
Ahora, para finalizar, yendo un paso más lejos, para abrir los ojos a quienes lo pudieran tener aún pegados por las horas iniciales del día, pienso que en este asunto de la política, imbuido como está en mentiras y corrupción, así como enriquecimiento ilícito, sería deseable que acabara la pugna izquierda-derecha, y que todo aquel que quisiera hacer algo por el bien de la ciudadanía y el progreso del país, fuera político voluntario, pero solo político, ni de izquierda ni de derecha, un voluntario dispuesto a proponer soluciones realizables para conseguir el objetivo antes citado. Personas dispuestas a ceder parte de su tiempo a la Comunidad española o de sus respectivas regiones o localidades, que trabajando en equipo con otras personas, igualmente voluntarias, defiendan el bienestar de la gente y hagan próspero al país, acabando con las técnicas mafiosas y la corrupción, actuales, que ya es pedir demasiado, casi un imposible si se sigue con el "material humano" que invade nuestras Instituciones públicas.
Seguiremos...
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