CONTRA LOS POLÍTICOS

Hace algún tiempo que no escribo, y es que el burdo montaje político-económico, es tan bestialmente asqueroso para los ciudadanos, que aunque no estemos llenando las calles de gritos proferidos  contra los impresentables dirigentes, sepan que somos mayoría y que nos sentimos desalentados a seguir viviendo la miseria en la que habéis convertido las relaciones ciudadanas.

El poder, sus legisladores y demás marionetas, ni nos representan como dicen en las manifestaciones, ni nos caen bien, y mucho menos entendemos estén procurando nuestro bien. Esa minoría gubernamental está jugando con nosotros, con nuestras aspiraciones, con nuestra alegría, con nuestro futuro porque ya nos están arruinando el presente.

Nos están haciendo tragar la tan famosa rueda de molino, engaños tras engaños, dejando sin empleo a muchas personas, sin ingresos a muchas familias, a otras muchas sin hogar, y temen que les rodeen el Congreso. Eso es para que sepan lo que es temer, que sufran para que sepan cómo se puede vivir en la desolación, que son una camarilla de colocadores de amigos y familiares, que han vivido y viven del dinero que nos sustraen al resto de la población.

Estamos muy hartos de chorizos, de gente culpable de mil y un casos, que no dimiten porque no tienen vergüenza, de gobernantes que presentan un programa de gobierno y hacen lo que les salen de las pelotas, ¡Ya está bien!, ¿qué hace falta para parar este descalabro orquestado por los políticos y sus amigos los banqueros?; que nos quieren hacer pagar a los inocentes ciudadanos.

Los mierdas nos dicen: “apriétense los cinturones”, y no nos quedan agujeros para la hebilla. Mientras tanto, ellos dictan una y otra medida de recorte contra nuestros derechos y nuestras nominas, pero los sinvergüenzas no se recortan sus sueldos y demás compensaciones. ¡No hay derecho!, ¡Que se vayan ya!, que no les queremos.

El Presidente de Gobierno es el más impresentable de los impresentables que le rodean, pues de haber tenido un poco de dignidad y honestidad, tenía que haber salido del cargo al mes siguiente, en cuanto vio que era imposible aplicar su programa, aquel por el que le concedieron los votos. El Presidente engaña cada día a los ciudadanos españoles.

Ahora nos salen con lo del banco malo, pues que lo mantengan los políticos y banqueros, que han sacado mucho partido en los tiempos de bonanza, y ahora no es lógico ni de derecho que tengamos que hacernos cargo de las pérdidas de empresas que cuando ganaron mucho, se lo repartieron en beneficios para los accionistas y despidos multimillonarios de sus altos cargos, casi siempre políticos.

Me opongo al banco malo para maquillar la mala e imprevisible gestión de los consejos de las entidades bancarias, que muestren sus pérdidas y las asuman, como haría cualquier otra empresa privada, y en el caso de no soportarlo, que cierren. ¿Por qué han de tener mayores privilegios que los empresarios particulares?, tal vez sea porque no son conocidos ni amigos de los gobernantes.

No todos los políticos son así, pero desgraciadamente si una gran mayoría, que han llevado el país a la ruina vendiéndose al poder, viviendo en connivencia con ellos, pactando a favor de estos, no importándoles las repercusiones para los ciudadanos, no previendo los daños y carencias que se avecinaban, ¿Para qué sirven tantos títulos, tantas oposiciones?, ¿Qué se requiere para estos cargos públicos, claro está, además del amiguismo?

Y por último, ante la situación de dictadura en la que me siento, me pregunto: ¿Qué puedo hacer, que podríamos hacer además de estar convencidos de que esto no lo queremos?, porque yo no fui a las elecciones para que empeorara la situación general de los ciudadanos, ni para ser engañado, ni para ser saqueado, ni para perder mis derechos además del empleo, que perdí hace dos años. Esto le ha pasado a muchos ciudadanos mientras el Gobierno, empeñado en exprimirnos hasta la última gota en nombre del cumplimiento impuesto por Alemania y Bruselas, se le ocurre dar una amnistía fiscal a los delincuentes de grandes fortunas, porque ya me dirán como se llama al que saca  del país o blanquea dinero sin pagar sus correspondientes impuestos, ¡por Dios esto es de risa!