jueves, 7 de febrero de 2013

VIVIR FUERA, VIVIR DENTRO


¿Por qué hablamos tanto?, ¿no tenéis esa impresión?, es fácil comprobar que apenas hay dos o tres personas reunidas o cerca unas de otras, tiene que haber una conversación por medio. Cada cual habla, cuenta en primera persona aquello que le sucede, y esto es casi lo peor que se puede hacer, pues de seguida el otro dice: “bueno eso es poco para lo que me sucedió a mí”, y comienza el “a mí más”; las voces se van elevando, es como una carrera donde nadie quiere quedar el último.
Mucha parte de ese tiempo se habla de cosas por rellenar los espacios de pausa, a veces no se sabe que decir, pero se añade algo porque parece que el silencio es vacío, algo sin valor, e incluso a alguien le he oído que le pone mal estar en silencio, sin embargo a muchas otras personas les llena ese estado, e irremediablemente lo necesitan.
No estoy diciendo que no nos comuniquemos, todo lo contrario, pienso que es necesario en muchas ocasiones, e incluso es muy satisfactorio tener un tiempo de conversación reposada con otras personas, intercambiar impresiones sobre algo, pues además nos ayuda a conocernos.
Sin embargo, en muchas ocasiones, la mayoría de las veces deberíamos controlar más el impulso improductivo de hablar por hablar, y cambiarlo por la observación interior y exterior, que es tan enriquecedora, al mismo tiempo que nos enseña. Hablo de ser más moderados con nosotros y con los demás, pues al actuar con la lengua fácil, hablamos más de lo recomendable, somos por tanto menos precisos, en muchas otras oportunidades hacemos más daño, ofendemos más, o simplemente somos más impertinentes.
Guardemos nuestra energía para actuar cuando la situación lo requiera, empleemos las palabras para tratar de decir lo justo, necesario, bueno y bonito que veamos en los demás. Fabriquemos la paciencia, la tolerancia, la prudencia, y todo aquello que represente respeto hacia nosotros y los demás. El silencio es una vía hacia este hermoso proceder con la humanidad, pudiendo acercarnos a la grandeza interior, tan necesaria para convertir el vivir en algo grande, infinitamente hermoso y placentero.
Acompaña lo expuesto, ese saber estar, con el propósito de ayudar, de aprender, de ofrecerse a los demás. Pocas cosas hay en la vida que den más y cuesten menos, que la entrega sincera, conocer donde estamos, quienes somos, y darnos a los demás. Comprendo que en muchas ocasiones no estamos a la altura, que nos equivocamos, y no pasa nada, es mucho más interesante tener la intención, volver una y otra vez a nuestra conciencia. Sé que nos distraemos, pero el tiempo que estemos viviéndonos conscientemente, ya que es una facultad que tenemos todos, nos va a aportar tranquilidad, seguridad y equilibrio, aunque otros crean que esto es una paranoia, una rareza, un estar sin sentido o cualquier otra interpretación, que cada cual está en su derecho a realizar. Es lógico pensar de una u otra forma, cada cual es diferente, y no hablo de anular las peculiaridades individuales, sino de apreciar lo que somos y lo que son los demás.
Se hace difícil llegar a este estado reflexivo-observador si se vive fuera totalmente, que es lo que pienso sucede casi todo el día en la existencia de una gran mayoría de personas. Es por ello, que cuando falta el estar fuera la gente se aburre y le cuesta estar consigo. No pueden mantenerse dentro de la casa, dentro de una habitación durante mucho tiempo, se deprimen, le falta lo exterior porque no aprendieron a vivirse interiormente. Y dentro hay una gran riqueza, la grandeza que tu eres, que somos todos, ¡prestadle atención por favor!, comprenderéis de lo que hablo. Tenemos todo el potencial para ser quien queramos ser, para construir nuestras vidas, para ejercitarnos en la dirección que deseemos. Encerramos todo el amor que nos posibilita abrazar al mundo, a la humanidad, a todos los seres vivos, y ¿qué hacemos mientras lo descubrimos?, yo diría: “distraernos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones