miércoles, 6 de febrero de 2013

VA POR LOS JÓVENES


Este escrito va dirigido a los más jóvenes, por la necesidad, que considero, tienen de centrar sus vidas. Hay una necesidad imperiosa de adquirir formación en los momentos actuales, que como todos sabemos es crítica y difícil en el terreno laboral y económico. Sin embargo, muchos jóvenes tiran su precioso e irremplazable tiempo jugando con sus ordenadores y sus móviles. Estudiar se les hace, a muchos, una cuesta arriba casi insuperable, porque no han sabido crear el hábito de estudiar, no han tenido la disciplina de fomentar este hábito desde la constancia, se han aburrido y no le han dado la importancia que tiene.
Formarse es la dedicación primordial de las personas jóvenes, y por supuesto de todos los demás que lo deseen, pero es de vital importancia en los que están en edad de completar sus estudios, adquirir nuevos conocimientos y habilidades, herramientas, definitivamente, para valerse en el futuro, y desgraciadamente hay muchos jóvenes que no han tomado conciencia de esto.
El mercado laboral cada día exige más preparación, titulaciones más altas, conocimiento de idiomas, mayor madurez para afrontar una vida independiente de tu familia, porque en muchas ocasiones el puesto de trabajo que te van a ofrecer está en una población distante de la tuya, y muchos jóvenes siguen metidos en su mundo de juegos virtuales y aplicaciones diversas en su móvil. Sería muy importante que los más jóvenes mirasen en la dirección en la que se está desenvolviendo la vida laboral, formativa, etc., y dejaran de abstraerse en lo que solo es mero entretenimiento.
He hablado en primer término de la formación, por considerarlo un pilar fundamental para la satisfacción futura de los jóvenes, y ahora me gustaría cambiar un poco de tema, hablando de un segundo apartado, igual de importante y necesario que el anterior, que es la educación, con todo lo que envuelve, refiriéndome a una forma de actuar, una conducta con la que relacionarse con los demás y con el medio.
Observo una gran carencia, que me cuesta creer les venga impuesta o enseñada de casa, aunque en algunos casos será una dejadez de los padres, pero repito, me resisto a creer que este sea el origen del poco respeto que muestran muchos de los jóvenes actuales.
Por circunstancias, que no vienen al caso, llevo 8 meses compartiendo 6 horas al día con un grupo de 8 personas, jóvenes, de edades comprendidas entre los 18 años y los 28 años, que son de diferentes barrios, de diferentes familias, pero que todos muestran un comportamiento parecido: casi ningún interés por la formación que se les está proporcionando, mucho interés por los pitillos adulterados, mucho interés por el sexo, mucho interés por sus móviles, no se lo que hacen, pero siempre que les mire están tecleando en sus móviles, poco cuidadosos con el material ajeno, bastante amigos de lo ajeno, suele gustarles hacer cosa, intencionadamente, que fastidie a otros, son poco respetuosos con los demás, suelen ser impuntuales, tiran papeles, tetrabrikes, bolsas, paquetes de tabaco, etc., al suelo con total naturalidad, aun teniendo una papelera a 5 metros, que es el caso, y para concluir, discuten la autoridad tratando de imponer la suya.
Lo expuesto es real, visto día a día, que cada cual juzgue o llegue a su conclusión, pero este es un botón de muestra de una parte de nuestra sociedad joven. Ahora, yo me pregunto cuáles son las aspiraciones de personas que se mueven en esta línea de comportamiento, yo no se interpretar si es la manera de manifestar su rebeldía, como siempre se les atribuye a los más jóvenes para justificar esta extrapolación de la normalidad en la convivencia. Realmente es preocupante el poco respeto que manifiestan hacia todo, porque de esta forma su proceder choca con lo éticamente correcto, convirtiéndose en una fuente de conflicto.
Los empresarios creo que no desean conflictos en sus empresas, y el resto de las personas, al menos la mayoría, queremos vivir, disfrutar, tener nuestro trabajo, y tener cuantos menos problemas, mejor. Por tanto, dónde tienen cabida estos comportamientos, es por ello, como decía al comienzo, que los más jóvenes tienen que darse cuenta que pueden divertirse, pero que hay unas normas de conductas, que son necesarias para su propio interés, y para relacionarse con los demás. Se pueden hacer las mismas cosas pensando en los demás, y se puede mejorar tu mundo, empezando por mejorarte tú. Por favor, intentadlo, que es posible.

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