miércoles, 6 de febrero de 2013

CRISIS PARA UNOS POCOS


Hoy quiero comenzar preguntándome: ¿A quiénes afecta la crisis?, y como no puede ser de otra manera, llego a la conclusión de que evidentemente, y  como estamos acostumbrados, los que más sentimos sus efectos somos las clases menos pudientes.
Aquellos que mayores fuentes de ingresos tienen, con más facilidad escapan de este descalabro económico, bien porque pueden hacer frente a sus pagos, bien porque los burlan amparados por muchos de los que legislan, que igualmente adinerados no se tiran piedras sobre sus tejados.
Cuando oímos la radio, o vemos televisión, a veces acertamos a participar de tertulias en las que son frecuentes noticias que salpican a derecha e izquierda, siempre personas de clases altas, económicamente hablando, pero lo que sorprende es que a ellos solo les cae el “brazo tonto de la ley”, pues los castigo, si los hubiere, son leves, no existiendo castigo para el infractor, y mucho menos exigencia de devolución de lo sustraído al erario público.
Los entes gubernamentales presionan a los poderes judiciales a espaldas del conocimiento de los ciudadanos, y estos actúan desde este complot, no aplicando la ley con el rigor que se merecen los delitos cometidos. Por tanto, los fiscales, jueces, etc. omiten cumplir con sus deberes y responsabilidades, pero aquí no pasa nada, solo que cobran con dinero aportado por todos, para aplicar todo el peso de la ley contra usted o yo, caso de que tengamos un resbalón, pero dejando pasar por sus narices los interminables episodios de corrupción, que se están dando en este país.
De toda esta situación, medio circense, resultan unos recortes del bienestar social, que afectan al grueso de la población, repito, a la gran mayoría de la población, que somos los que menor poder adquisitivo tenemos, y que vamos a tener más dificultades económicas para llegar a fin de mes, y al mismo tiempo adquirir servicios de salud o educación privados.
¿Qué podemos hacer ante esta situación?, reflexionar, encontrar soluciones, solidarizarnos, ponernos de acuerdo y actuar. Tenemos que concienciarnos, que si queremos dejar de estar sometidos a las normas que benefician al poder monetario, que a su vez perjudican a las clases sociales más modestas, tenemos que confiar en nuestros iguales y actuar juntos.
Insisto en que somos nosotros los que construimos y sostenemos esta sociedad, somos los responsables de que se mantenga en pie, somos igualmente responsables de mejorarlo y beneficiarnos todos de ello; pero tenemos que hacerlo tal como deseemos y no en la forma en que nos venga impuesta por los intereses de una clase elitista, cuyo único fin es el beneficio pecuniario.
La vida es igual para todos, y cada uno de nosotros somos lo mismo para ella, apartemos nuestra soberbia y egoísmo, que nos desvía de la consecución del bien común. Seamos justos, honestos y conscientes para establecer una base firme, sobre la que asentar un nuevo orden social, tan necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones