Salta la noticia de que el Gobierno es exigido por las eléctricas para que les compense con una pila de millones de euros. Estamos acostumbrados a que nos engañen de esta burda manera, somos los que pagamos todos los platos rotos, aún sin estar invitados al convite. Las bajadas de las tarifas son una falacia, pues después vienen por detrás a cobrar todo lo que abusivamente quisieron cobrar por delante y el Gobierno pactó en maquillar. No es la primera vez que sucede esto, incluso cuando el kilovatio no se pagaba a un precio tan elevado, el Gobierno siempre ha accedido y abonado millones de compensación a las eléctricas, cuando éstas nos estafan desde hace años con el consentimiento de los gobiernos que hemos tenido, cobrándonos toda la energía consumida al precio de la energía que más costase generar... ¡una auténtica estafa!
Yo no quiero un gobierno que gobierne para seguir enriqueciendo a empresarios desaprensivos, a los que les importa un huevo lo que suceda con la gente, cómo viva la gente, si tiene o no dinero para agua caliente o calefacción para sus hogares, combustibles para poder desplazarse, o si le sobran unos euros al final de mes para poder tomarse, aunque sea, una cerveza con unos amigos. Todo eso mientras en los Consejos de Administración de dichas empresas nadan en la abundancia, tienen sueldos millonarios. Esto que se ve normal, es una anormalidad con todas las letras, lo privado sangra la economía de las personas, abusa de los precios, además, exige recompensa por sangrarnos como lo hacen y, lo peor de todo, es que nuestros mantenidos, los parásitos que nos gobiernan, juegan en la misma liga de esos estafadores, son cómplices necesarios para que el saqueo de lo público se llegue a producir, nos roban continuamente. Aún así, hay mucha gente que no ve nada, que no oye nada, que sigue a estas sanguijuelas como si aquí no sucediera nada, están programados para seguir colores: los de la gaviota, los del capullo, etc., pero me detengo en el bipartidismo que es el que ha hecho un daño irreversible a la sociedad española en pos de sus intereses de partido y por mantenerse en el poder cuanto más tiempo mejor para ellos y peor para la sociedad. El latrocinio de la público no se arregla con un par de leyes para callar unas miles de bocas, o para echarse flores a sí mismo, diciendo que fuimos los primeros en legislar tal o cual historia, muchas de ellas recogidas ya en el código penal, pero que gustaban de calificarlas de un modo diferente para impresionar.
Volviendo al tema anunciado en medios y redes sociales, preparémonos para el sablazo, de nuevo a meter la mano en la caja pública para contentar a los que ya tienen elevados beneficios, a aquellos que acogen en sus Consejos de Administración a varios exministros de gobiernos de España gracias a las puertas giratorias. Gobiernan para esa gente, no para la ciudadanía, son la peste, son el mal de que no progresemos como país, porque continuamente lo descapitalizan en su propio interés. Faltan políticos honestos y sobran mafiosos y corruptos en las Instituciones, incluida la del gobierno.
Seguiremos...
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