Me hago la pregunta, porque no acierto a entender qué tipo de españoles son algunos que ante la noticia de la adjudicación de otras ciudades españolas, distintas a las suyas, para implantar la Agencia espacial o la de Inteligencia artificial, comienzan las protestas, las denuncias, las querellas, empleando toda la burocracia que se encuentre a mano para tratar de agarrar cacho. Qué español se es cuando no se está contento de que se pueda ubicar ambas sedes en ciudades españolas. Volvemos a llevar a cuesta lo político, los malos pensamientos, los intereses de unos y otros, la rivalidad, salta la programación de la competencia y no les deja vivir.
No obstante, a pesar de lo expuesto, ayer escuché en una emisora de radio bastante de derecha, que también escucho al tiempo que otras de izquierda para conocer por donde respiran, que tras las adjudicaciones del Gobierno había una intencionalidad electoral, pues Sevilla fue feudo socialista en la dirección de la Junta de Andalucía y actualmente del PP, así como sigue teniendo alcalde socialista; porque pudiera haber un trasfondo para hacer que los andaluces volvieran a inclinarse por el PSOE. Asimismo, indicaba el periodista-economista-historiador de la emisora de derecha que sucedería algo igual o parecido con la elección de La Coruña, por ser Galicia feudo del PP. No descarto nada, pues como saben me fío bien poco de los políticos y sus artimañas. Digo siempre que nos engañan en cuanto pueden y a ellos les interesa. Nos ocultan muchos movimientos, nos saquean, derrochan nuestro dinero, lo regalan y no atienden fielmente las necesidades de la población con tal de ponerse alguna medallita con una donación sin sentido más que para el gobierno que la realiza, aunque se empobrezca un poco más a la población, o se endeude un poco más al país.
Y ya que estamos, sí, hay demasiadas personas entendiendo de un modo diferente qué es ser español o sentirse como tal. Se ha estructurado la población por clases, la ley ha permitido grandes brechas sociales, económicas y laborales a pesar de nombrar siempre negro sobre blanco, el concepto de igualdad, equidad o reparto de la riqueza, ser iguales ante la ley, no poder marginar a nadie por un montón de razones que se consideran personales, pero lo cierto es que se han asentado, convivimos con todo este clasismo y cada cual evade las obligaciones legales como puede en su nivel de convivencia. Hay, por tanto, cantidad de gente vanagloriándose de su españolismo, empezando por figuras relevantes como han sido el emérito, familiares de Franco, presidentes de gobierno de Comunidades, Ministros, jueces, fiscales, etc., que fueron sorprendidos con la mano en la masa, con dineros en paraísos fiscales, blanqueando dinero, con una trama de empresas falsas, igualmente en paraísos fiscales, y la gente cegada por los colores a los que vota pasa de puntillas como si nada sucediese. Les perdonan sus atracos a mano armada, de día, a plena luz, un saqueo a la caja común, a la que guarda nuestro dinero, el dinero que se ha de destinar a mejorar la vida de las personas, a sanidad, a educación, a prestaciones y ayudas a las personas más necesitadas porque los Gobiernos que hemos tenido han sido incapaces de industrializar España hasta el punto de conseguir el pleno empleo, porque a los empresarios no les interesa tal punto de inflexión de sus políticas de poder para imponer condiciones, malas condiciones, condiciones abusivas y la obligada aceptación de los que quieran trabajar: horas trabajadas y no cotizadas, horas trabajadas y no cobradas.
Cerrando, solo decir, que ojalá traigan una industria para cada ciudad española, y si pueden ser cinco, mejor. Ojalá dejaran los gobernantes de derrochar, se bajaran los sueldos millonarios, restaran privilegios para sí, comenzaran a mirar por todo lo público como si fueran auténticos tesoros, terminaran con la corrupción, la condenaran y exigieran la devolución de todo lo robado y, lo invirtieran en conseguir una España industrializada, tecnológica, de avance en todos los campos, que inventara, que investigara, que patentara, que nos convirtiéramos en un país puntero que asegure un futuro feliz a sus habitantes... ¡ojalá!
Seguiremos...
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