Empezaría preguntándome por qué algunos estamos continuamente buscando soluciones al desastre de gestión, administración, mafia social, corrupción en todos los ámbitos de nuestra sociedad, saqueo generalizado desde todos los órganos de poder, etc., y otros parecen solo vivir para reunirse fumar, beber, comer y charlar. Es evidente que la deriva no es la deseada, sobretodo, para la gran mayoría de la ciudadanía y, sin embargo, sucede lo que he apuntado, que hay un grupo numeroso de la población distraída con las quedadas, las fiestas, los espectáculos, el fútbol, otros deportes, escapadas, salidas y entradas, etc. ¿Es ese el fin de la vida?, ¿acaso hay algún fin, o esto es un sálvese quien pueda? Lo que hemos creado o han creado algunos, no me gusta, parece que se dedicaron a separarnos, a crear diferencias y malestar. La humanidad tiene mimbres para ser algo bien distinto, todos tenemos cualidades adormecidas fabulosas, únicas y complementarias para lograr crecer y avanzar felizmente, pero unos, que encontraron la fórmula de explotar a otros, interrumpen la marcha, la desvían y aprovechan la inercia creada para su propio beneficio.
No hay solución si el material con el que se ha de fabricar es de tan baja calidad, ¡ustedes entienden el símil! La solución, si se está a tiempo de conseguirla pasa, dese mi punto de vista, por la educación en valores a través de un trabajo continuado de crecimiento interior; yo no conozco otro modo. Se tendría que implementar en el sistema educativo una asignatura totalmente práctica que fomente el crecimiento interior. En esa asignatura tendrían cabida todas las modalidades, tales como: Yoga, Tai-Chi, Chi-Kung, técnicas de respiración, de concentración, de meditación, danzas, musicoterapia y todas las que existen y aportan crecimiento, expansión de la conciencia, amor y que emerjan los valores humanos como resultado de ese trabajo interior. Cuando las nuevas generaciones vayan saliendo, estoy seguro que serán un tipo de personas muy diferentes al conjunto actual, será mucho más fácil unirse para la consecución de una sociedad del bienestar y la felicidad de todos.
Seguiremos...
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