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Cuando todo lo que nos rodea es basura: la política, los medios de desinformación y manipulación masivos, las condiciones que quieren dar unos señores millonarios de sueldos abultados a los trabajadores, la justicia echa unos zorros, la inquina vecinal, el poco respeto de unas personas hacia otras, la rivalidad, el rencor, el odio, la ira, la delincuencia, la avaricia de algunos, etc., me aferro a los tres principios que me hicieron comprender un día que es la manera para solucionar todos los problemas del mundo. Cualquier problema, cae a los pies, se rinde, ante los tres principios que me llegaron en un día de deseo y reflexión acerca de cómo se podría acabar con toda la tragedia humana en el Planeta. Estos tres principios ya los conocen de algún modo, aunque cuando los enumere, que haré seguidamente, algunos podáis interpretar que son asuntos religiosos o como queráis clasificarles, yo ni siquiera me detengo a hacerlo porque en el fondo de mi ser resuena, sé que son una verdad absoluta.
Los que me habéis leído, seguís o habéis estado en contacto con mis libros, tenéis la suerte de conocerlos, y si lo habéis puesto en practica sabréis de qué hablo, a qué me refiero, seréis mejores personas y habréis ganado en tranquilidad, felicidad y calidad de vida. Ya sin más dilación os los refiero:
- Que me importe lo que le suceda al otro.
- Que desee para él lo mismo que deseo para mí.
- Que llegue a amar al otro.
Es así de fácil, piensen sobre ello, reflexionen, háganlos suyos, grábenlo dentro de ustedes, vayan por la vida haciendo uso de esos tres principios y comprenderán que la vida es mejor de lo que hasta entonces creían. Por otro lado, atrévanse a contraponerlos a cualquier situación miserable impuesta por los miles de infames que doblegan a grupos numerosos de gente, mediante su poder. Comprobarán que son incompatibles, no se puede hacer daño a nadie con tan solo aplicar y regirse por los citados tres principios. No se puede seguir viviendo si se deja abandonada a su suerte a otras personas. No se puede dejar morir de hambre a nadie. No se permite que nadie viva en desgracia. No se atraca o miente a nadie. No se hace daño conscientemente a nadie. No se crean guerras ni se envía a la muerte a personas inocentes. No se proyecta tu enriquecimiento, si con ello se empeora la situación del resto de la población. Así podríamos estar enmendando uno a uno cada caso o cada ejemplo que en el día a día vemos que algunos protagonizan salvajemente, dando origen a situaciones catastróficas y negativas para una buena parte de la población mundial.
A algunos les pudiera parecer que los tres principios de conciencia hacia los demás son religiosos, tal vez, porque alguna vez nos dijeron algo parecido. Yo me siento sin creencia de ningún tipo en ese aspecto, no practico ninguna religión ni creo en ningún Dios, creo en el ser humano y en sus capacidades para crecer interiormente. Como dije antes, un día buscando una respuesta con la que se pudieran solucionar los problemas en el mundo, me preguntaba insistentemente y esos tres principios cayeron en mi cabeza de repente, cómo es eso o cómo sucede, no me pregunten.
Es bien sencillo, hay que tener un verdadero deseo de que todos vivamos mejor y aplicar los tres principios. Si todas las personas se rigieran por ellos, estaríamos salvados, ¿no creen? No hace falta leer un tocho de nada ni hacer un trabajo largo y penoso, sino hacer que nuestras vidas se rijan por esos tres principios, así todos, y los problemas se esfuman como por arte de magia.
Seguiremos...
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