Pienso que todo debiera ser para todos, estar a disposición de todos, y lo privado se ha instalado como una anormalidad con intereses propios de enriquecimiento. El objetivo de lo privado es lucrarse de sus servicios o de sus productos, algo que siempre se pudo hacer colectivamente para todos, pero que alguien decidió era bueno que existiera la inversión privada para su propio enriquecimiento. A raíz de esto, hay muchos que piensan que la inversión privada es oportuna porque ponen a nuestra disposición servicios o infraestructuras que de otra forma no habríamos podido disfrutar. Yo creo que no es así, que siempre las podríamos haber costeado entre todos con nuestros impuestos y sin que nos roben tanto.
Otros, este concepto de todo para todos, ya estarán interpretándolo como un sistema comunista, que es lo más fácil, es lo que le sale a la gente con suma rapidez, ven rojos por todos lados y entienden que esa política de colaboración y de compartir es mala, muy mala, pésima, lo peor, ven incluso el fantasma de Stalin dando vueltas alrededor suya. Somos miles de millones de personas habitando el mismo Planeta, y lo que tiene sentido es que nos protejamos entre sí, aprovechemos el saber y nuestra colaboración para alcanzar lo que deseemos como humanidad, y esto solo se puede lograr sintiendo al otro, no queriendo aprovecharse del otro, de lo que le venda y de los beneficios que me reporte, claro concepto del sistema privado capitalista.
Tendría sentido que estuviéramos trabajando para vivir bien, disfrutar de todo, y los posibles beneficios no salgan del circuito económico nuestro, y eso solo se logra si somos los que producimos y somos los que servimos, tanto servicios como productos. Es por ello, que en mi opinión, se ha colado todo lo privado como si fuese una anomalía social, económica y laboral. Hemos permitido que unos intereses particulares se hicieran de poder dentro de nuestra sociedad, hasta el punto de dirigir las políticas del país, corrompiendo políticos, dándoles facilidades impensables, condonando deudas, subvencionando partidos y campañas, ofreciendo comisiones o sillones en consejos de administración de sus organizaciones.
Comprendo que hablar de esto ahora cuando el mundo está plagado de empresas privadas, puede resultar chocante, pero yo no puedo dejar de expresar y concienciar, si fuera posible, de otra forma de ver el mundo que algunos han ido imponiendo al resto, que ha sido controlado con sus leyes. Es un modo de inquisición represiva que ha contenido a la población y mantenida estabulada, apaciguada y hasta adormecida. Ahora su equivalente son las leyes autoritarias como la llamada "Mordaza", y las órdenes que, los supuestos representantes de la ciudadanía, dan a los cuerpos de seguridad del Estado para que a palos disuelvan a los grupos de personas que reclamen cosas incomodas para los que gobiernan, o presiones contra organizaciones amigas de aquellos. Lo privado se nos ha colado en la sociedad, y debemos pensar que esas mismas personas que hacen cosas posibles y maravillosas para las empresas privadas, podrían haber hecho lo mismo para una buena organización pública; o sea, que podríamos disfrutar de lo mismo sin la participación de lo privado.
Lo privado, en definitiva, llegó para arrancar un trozo de tarta, cuanto mayor mejor y sin miramiento alguno en términos humanos sino económicos, cuentas de resultado y beneficios. Todo ello ha dado pie a corrupción, paraísos fiscales, ingeniería fiscal, empeoramiento de servicios públicos, porque a ese estrato social capitalista no le importa el bienestar de la gente sino que consuman lo suyo. Cada año presionan más a sus vendedores, cada año quieren aumentar sus cifras de venta, cada año desean tener mayor penetración en el mercado, ocupar una posición más alta en el ranking de ventas, cifrar más que sus opositores, sus rivales, su competencia que es como le llaman. A mí toda esa guerra no me interesa, a mí me interesa la gente, no las cosas, no el dinero, quiero que todos podamos vivir bien, que nadie tenga que acudir a cubos de basura para poder obtener algo de alimento contaminado. Que nadie tenga que ser echado de sus viviendas porque el sistema capitalista inhumano decida a la mitad de la partida cambiar las reglas del juego y cebarse con sus clientes. No quiero que haya gobernantes y países que con tal de obtener recursos que en su país no existen, pero necesitan, invadan a otros países, monten una guerra con un motivo incierto como que hubieran armas de destrucción masivas, asesinen personas, asesinen a su primer ministro y destruyan las ciudades. Esto lo hace el capitalismo salvaje, aunque algunos lo justifique diciendo que el hombre es así desde el principio de los tiempos, muchos no somos así, por eso podemos expresarnos en estos términos. Los grandes desastres se originan con armas, con poder, con mucho dinero, o sea, por parte de ese capitalismo al que criminalizo, no de parte de la población humilde y trabajadora. El capitalismo privado está de más en este mundo.
Seguiremos...
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