He echado un vistazo a la prensa y no veo nada significativo, es domingo, hace calor y los medios deben haber cogido el día para tumbarse a los pies del mar. A pesar de ello, está You-Tube y, por supuesto, los libros para leer, entretenerse, aprender y hasta abrir los ojos. Mi última adquisición fue el libro de Expediente Royuela, que cuando llegó estaba leyendo otro que saqué de la biblioteca pública para estar entretenido, pero os confieso que lo he echado a un lado ante la organización mafiosa y criminal que subyace bajo el manto de Estado de Derecho y muchos de los cargos supuestamente decentes de las Instituciones españolas. Sigo sin comprender el poder casi absoluto que puede llegar a tener unos fiscales jefes y magistrados de los altos tribunales de justicia, en este caso, de Cataluña. Sin comprender que haya agentes de policía y guardia civil al servicio de la citada organización dispuestos a lo que les manden, tengan las órdenes el alcance que tengan y revistan la gravedad que sea. Lo mismo da con tal de que se les pague por las palizas o crímenes perpetrados en terceras personas. Notas manuscritas que van de arriba hacia abajo y viceversa, exigiendo o explicando comportamientos, reacciones, detalles de cómo se manipulan los hechos, de cómo se ocultan pruebas, de cómo se corrompen forenses para alterar los datos de las muertes, de los miles o millones de euros que se abonan a los sicarios y a los que alteran datos. A la movida de hilos dentro de los juzgados para que cuando alguno de ellos fuera pillado, se le absolviera sin razón alguna que no fuera el mero sometimiento de otros cargos de la judicatura ante los dictados del fiscal supremo de Cataluña en aquellos años.
La de accidentes provocados, y la de asesinatos por encargo ejecutados, dando como resultado noticias de lamentables accidentes: vehículos manipulados, drogas adulteradas, contenido de bombonas de oxígenos a las que se le meten gases letales, etc. Más de un millar de seres humanos eliminados por personas que se deben al servicio de los ciudadanos, que cobran del dinero público y que tejen una red de malhechores al servicio del narcotráfico y el asesinato por encargo, moviendo millones de euros en paraísos fiscales en muchos de los casos. Todo documentado y con notas manuscritas, mucha de esta documentación ha sido remitida a más de mil juzgados de España, a Audiencia Nacional, al Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña, a policía, a guardia civil, al mismísimo Rey de España, y nadie dice nada ni se querella contra D. Alberto Royuela Fernández por falsedad de cuanto argumenta. Hecho este último que D. Alberto desea suceda, o sea, que alguien tenga la osadía de llevarle al juzgado, de querellarse contra él, para que pueda defenderse con los documentos originales y que toda esta podredumbre corrupta y asesina salga a la luz definitivamente y se pueda hacer justicia. Él sigue día a día emitiendo a través de su canal Expediente Royuela y nadie va a por él, al menos que sepamos, porque la documentación en su poder haría quedar muy mal a este Estado de desecho, que es como lo mencionan en el libro.
Vean el canal y lean el libro si quieren que se les caigan los palos del sombrajo, que es un dicho que solemos decir con frecuencia en Andalucía, para expresar el asombro más absoluto. ¡Que tengan un feliz domingo!
Seguiremos...
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