Hace unos días se me vino a la mente el epitafio que he utilizado como título, sé que Groucho Marx dijo algo parecido, pero prometo que ni le estoy copiando, ni trato de compararme con tan buen actor cómico; realmente no entiendo por qué se me vino de pronto a la cabeza.
Esto no es de lo más alegre ni mucho menos, pero llegué a imaginarme tendido plácidamente, como no puede ser de otro modo tras haberla espichado, al otro lado del famoso cristal en el que se expone al finado para que todos los familiares y conocidos le den el último adiós. Eso sí, con el cartelito a la vista de todos.
Me hizo tanta gracia que corrí a compartirlo con mi esposa... "niña, cuando la palme, quiero que te encargues de poner un cartel en el cristal del tanatorio, que diga: PERMÍTANME QUE ME DESPIDA EN SILENCIO". ¿Se imaginan que no fuese así, que pronunciara alguna frase de despedida, peor aún si me incorporara de cintura hacia arriba? Yo no quiero darle ese disgusto a mi gente ni a mis amigos, así que despedirme en silencio, considero es de lo más correcto, ¿no creen ustedes?
Bueno, ha tocado hacer un poco de broma con el asunto del descanso eterno, con el momento en el que ya no importan los problemas terrenales, ni los asuntos opacos que con tanta frecuencia se dan por estos lares. Algunos se olvidan de tener que pagar hipotecas, de seguir bronqueando con sus jefes, nos olvidamos de nuestros complejos o inferioridades que mentalmente nos hayamos creado, de nuestra mayor o menor infelicidad, si es así todo es bueno, solo hay que despedirse de la sociedad que como resultado de la inteligencia de los hombres y mujeres, se ha creado. ¡Qué malo hay en largarse de este "infierno"! No estoy depre, de verdad, es convicción, lo escribo con cierto humor, quitando hierro al asunto, ni siquiera veo el color negro, en su lugar hay la vistosidad propia del colorido bien contrastado e iluminado.
Tras esta broma que me apetecía compartir con todos ustedes, deseo que disfruten, que gocen de salud ustedes y sus familias, que vivamos felices y que el cuartillo nevera nos espere muchos años. Eso sí, cuando llegue el momento, borrón y cuenta nueva... ¡Adiós Lucas!
Seguiremos...
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