Sánchez sigue a lo suyo, por fuerza quiere mantener varios debates con Feijóo para demostrar que su dialéctica es más fluida o mejor que la del oponente político, pero este hombre sigue sin darse cuenta que las elecciones, viniendo de gobernar cinco años, no se ganan por hablar mejor sino por lo que se ha hecho, y él ha sido poco íntegro con sus promesas, más bien se ha dedicado a maquillar casi todo lo que prometió y a incumplir mucho de lo que dijo iba a hacer.
Cada día entiendo menos la política de clases y rivalidad que se practica. Cada día estoy más alejado de la clase política, en la que no incluyo al político de pequeñas poblaciones hasta no ver cómo lo hace, qué hace y si tiene tentaciones de meter la mano o de fastidiar a la gente y dar dinero a amigos y familiares. Lo bien que se ponen todos delante de las cámaras y lo mafiosos y corruptos que son muchos de ellos tras las mismas. Cómo se protegen y se aforan para lograr la inmunidad y la impunidad por medio de sus leyes y las presiones o acuerdos pactados con la judicatura. Cómo vemos que se suceden los procesos judiciales por corrupción política, y uno tras otro van quedando en nada, los jueces y fiscales se encargan de desinfectar las heridas y reparar los daños hacia los políticos, que no hacia los afectados o víctimas de las acciones de los políticos. Con un sistema judicial-sanitario de este orden que siempre triunfa en la praxis de asegurar la impunidad-aséptica para los delincuentes políticos, para qué queremos tener un código penal o las cárceles. ¿Para qué pagamos jueces y fiscales si están todo el año "de vacaciones", al menos cuando se trata de procesar a altos cargos políticos? ¡Qué bien lo dijo hace años el alcalde de Jerez de la Frontera, provincia de Cádiz, "La justicia es un cachondeo".
Sánchez al principio dijo querer mantener seis debates con Feijóo y éste le dijo que nanay. Ahora quiere mantener cuatro asaltos, y lo repito, es inexplicable, no se va a ganar unas elecciones por expresarse mejor cuando se viene de gobernar e incumplir, ¿Qué va a decir ahora que va hacer o arreglar? ¿Acaso en cinco años no da tiempo para dejar bien claro cuáles son tus directrices de gobierno? Las elecciones municipales y autonómicas como hayan sido un reflejo de lo que la gente piensa del PSOE, la cosa pinta mal, Sánchez, debatas cuanto debatas, los mejores argumentos son los hechos, y tiempo has tenido para convencer al pueblo. Además nadie sabe ya si sois de izquierda, centro o medio derecha, por ciertas decisiones: no habéis derogado la reforma laboral al completo, tal como habías prometido. Tampoco habéis derogado la Ley Mordaza, que también prometiste hacer. Sigue con el listado de los 700 defraudadores metida en el cajón de tu mesa escritorio, que tanto amenazaste a Rajoy con difundir en cuanto llegaras al Gobierno, pero en cinco años no has tenido tiempo de cumplir esta otra promesa que hiciste a los españoles. Te has opuesto a que se investigara la corrupción del emérito. No dejas de untar a la Iglesia. Eres una persona de la que no nos podemos fiar. Cuando ha hecho más falta intervenir los abusos de las tarifas de la energía y combustibles, has optado por la salida más fácil, la de poner de nuestro dinero, unos céntimos para compensar en el momento de pagar, pero que al fin y al cabo pagamos con los impuestos. Cuando el Gobierno dice: "El Estado pagará..., lo que quiere decir es: Los españoles pagarán..."
Sánchez está acabado, solo le quedaría ponerse ante los micrófonos y decir a las claras a los españoles qué haría en un próximo gobierno si fuera el elegido, pero claro, lleva tan mal lo de prometer y llegar a realizar, que ya nadie le cree, tan solo sus hooligans. Siempre hay los que no razonan sino que se dejan llevar por emociones de partido, por siglas y colores. Así nos va.
Seguiremos...
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