Los que gustan de encuestas y estimación de votos siguen a lo suyo, el caso es influir en la voluntad de la gente y que continúe el bipartidismo... ahora tú, después yo y todo sigue igual, sino muy parecido. Cada uno llega, deroga algo del anterior gobierno, impone su plan de estudios, coloca a los suyos en las instituciones y empresas públicas, y así se van dando vidilla los unos y los otros. Ahora roba uno, después lo hace el otro. Ahora impone uno sus reglas, después lo trata de hacer el otro. Ninguno de los que ya haya gobernado tiene crédito para hacerlo de nuevo, pero no hay votantes sino forofos de signos, colores y banderas, votantes emocionales que no racionales. Hemos sufrido corrupción de unos y otros, y no vale que la de aquel sea mayor, ambos son partidos que se han financiado ilegalmente en muchos momentos de la supuesta etapa democrática que nos ha vendido esta oligarquía. Han sabido hacerse con todo el poder mientras nos venían diciendo que nos representaban, que trabajaban para la gente, para nuestro bienestar, pero lo hacían para enriquecerse a nuestra costa, para mover dineros que eran de todos, para despilfarrarlo en muchas ocasiones, y como hemos sabido para enriquecer a empresarios amigos, conocidos y familiares de los políticos. Han dado subvenciones a tutiplén, a veces a fondo perdido a esos mismos empresarios, amigos y familiares. Nos han estafado, nos han engañado y nos han robado, pero todo parece insuficiente para que la ciudadanía tome conciencia y deje de jugar al juego sucio e injusto de las elecciones que se rige por una ley, igualmente, injusta. A pesar de ello, a la ciudadanía le parece todo bien y como corderito va a votar, creyendo que puede decidir hacer cambiar el rumbo del país y las condiciones de abuso de los anteriores políticos que estaban gobernando, pero eso es imposible porque los que entren se vuelven a regir por las mismas leyes que los anteriores, las que les conceden los mismos privilegios frente a las condiciones que dictan para la ciudadanía: las condiciones salariales para la gente, el importe o la forma de actualizarse las pensiones, cuan bueno, malo o regular han de ser los servicios públicos para meter miedo a la gente y que contraten seguros o planes de pensiones privados, etc.
Los políticos no están con nosotros, están enfrente de nosotros y hay cantidad de gente que no se da cuenta del buenismo con el que se expresan para apaciguar a las masas. Son un colectivo que ha sabido cobrar de todos nosotros, y siendo "nuestros empleados", imponer mediante sus leyes las condiciones en las que nosotros debemos vivir y reprimirnos llegados el caso en el que le molestemos un poco más allá de lo que creen oportuno. Esto es lo que hay desde mi punto de vista y nula fe en los políticos. Los políticos son el mal de esta sociedad porque decidieron moverse en un estatus o clase diferenciada del estrato ocupado por la mayor parte de la población: coches oficiales, dietas, privilegios, salarios impuestos por ellos mismos (los únicos empleados en España que se asignan para sí cuánto desean cobrar) y, además, todo el poder para hacer una ley o sacar un decretazo con el que nos encierran, quitan o dan derechos, pero eso sí, sus condiciones son siempre enormemente mejores que las percibimos nosotros.
Bueno, pues todo venía por la de meses, entre las anteriores elecciones y las que vienen, que llevan programando la mente de la gente con las publicaciones de los gráficos de la intención de votos supuesta o extraída de las encuestas realizadas... vamos a creérnoslo. Es una forma de condicionar el voto de la gente, al menos en un buen porcentaje. A ver qué se avanza con saber lo que van a votar otros, ¿No es el voto secreto, por qué airean lo que dicen votaran otros? Cuando quieren están con la ley y cuando quieren se la saltan. Lo que les conviene se permite y lo que no les conviene se veta o prohíbe.
Seguiremos...
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