Si no nos gusta lo que hacen los políticos, si no nos gusta que nos sigan robando y auto concediéndose privilegios, si tampoco queremos seguir pasando por su corrupción, o por su manipulación de la justicia, etc., lo tenemos francamente difícil, pues son ellos los que hacen las leyes y dicen cómo se han de hacer las cosas. Como observarán éste es un punto muerto del que es complicado salir sin violencia y sin la voluntad de los políticos para darse el tiro en el pie, por los mecanismos que ignoran a la ciudadanía en la toma de decisiones en el país. Somos los grandes olvidados a la hora de implantar normas, estamos a las órdenes de esa minoría, que dice nos representa, pero que es un gran engaño desde el comienzo de los tiempos.
Nos manejan como si fuésemos un rebaño obediente, y así nos quieren cada día, para los inicios de estampidas tienen a las fuerzas del orden, que a base de palos y amenazas nos conducen de vuelta al carril o senda prevista por sus señorías. Este es un sistema de represión sostenida, o sea, que estamos aparentemente tranquilos con lo que nos hacen por temor a la represión, pero no es nuestro sentir seguir siendo colaboradores de sus normas y privilegios, actuaciones que empobrecen cada día más al país y, por tanto, al conjunto de la población. Ellos nos tachan de vagos que queremos vivir de las subvenciones, pero son ellos los que no dejan de solicitar subvenciones a la UE, ante su incapacidad para gestionar adecuadamente, con sabiduria y justamente. Los políticos, contentos y satisfechos con el sistema que han creado para ganar dinero y robar a la población sin oposición alguna de nuestra parte, no tienen prisas por hacer las cosas de otra manera, a ellos les va más que bien, aunque el país se hunde con la deuda pública y el juego de subir precios descaradamente y salvajemente nos tenga sumidos en una inflación o, mermado poder adquisitivo.
Ya nos gustaría a algunos que todo este despropósito cayera al suelo, se derrumbara, para poder construir algo nuevo en lo que no metieran las manos y las patas esa gentuza que hoy teniendo el poder se sirve de él para enriquecerse saqueando al pueblo. Saquean cada día cuando deciden destinar miles de millones de euros a donaciones no aprobadas por nosotros, a subvenciones de su interés, a compras innecesarias, a contribuciones que nada tienen que ver con el bienestar de la gente y el progreso del país; se lo puedo decir más fuerte, pero no más claro a esa gentuza política que tiene abandonada a la ciudadanía.
Es un abuso, somos víctimas de un abuso político cada vez que deciden hacer con nuestro dinero lo que quieran sin nuestro consentimiento. Siempre que dictan normas que nos someten y son contrarias a nuestra voluntad. Nos tienen en un rincón, cual jarrón para ser exhibido cuando convenga, pero al que no se le echan cuenta durante los cuatro años en los que nos dejan olvidados sobre un estante. A los cuatro años nos quitan el polvo, nos vuelven a engañar con promesas que después no cumplen, hacen como que cuentan con nosotros, nos comen el coco con sus falsos mensajes y sus acomodados datos del CIS y queda todo maravilloso con el nuevo aborregamiento de dirigirnos a los lugares previstos para que echemos las papeletas en las urnas. Así volvemos a colaborar con que venga otra camarilla a denigrarnos, no puede ser de otro modo, porque ninguno llega y dice algo así: "Si salimos elegidos por el pueblo, estaremos al servicio del mismo, ustedes, vecinos, ciudadanos, dictaréis las normas, diréis lo que queréis se haga con el dinero que es de todos, y nosotros, el gobierno, se limitará a obedecer y gestionar para conseguir lo que decidáis". Cuando salga elegido que haga lo que prometió, que es harto difícil, hablando de políticos, e implante un sistema informático democrático para dar voz al pueblo y que pueda intervenir en tiempo real en la toma de decisiones, con poder para que se haga lo que el pueblo decida. Entonces es cuando la corrupción principal del país se establecerá en los resultados informáticos, que deberán tener cientos de observadores y habrá que acabar con las votaciones secretas, que no es más que otro engaño, así no hay forma de publicar una lista con los votantes y el sentido de sus votos, para que se pueda comprobar la veracidad de las votaciones. Cuando votas desde tu móvil o desde tu PC, debes obtener un archivo que refleje tu voto en la cuestión de que se trate, así los ciudadanos podrán demostrar que las listas publicadas están o no amañadas, e impugnar.
Seguiremos...
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