Pensando en los logros que como humanidad podríamos conseguir, en todos los adelantos científicos, tecnológicos, médicos, sanitarios, de todo tipo y afectando a todos los sectores o gremios, así como a todos los ámbitos de la vida; tengo la sensación de que estamos tirando a la basura esta existencia única para los presentes. Veo cómo están las cosas, oigo las previsiones que hacen los gurús económicos, leo algunas noticias sobre la inestabilidad actual mundial y sus conflictos, una lucha incesante por el poder, por el dominio de unos sobre otros, por la explotación de unos y la miseria que parece castiga a una buena parte de la población, mientras hay otra minoría viviendo a todo trapo, como si no hubiera un mañana, aferrada a todo lo más lujoso, caro y exclusivo, ignorando a los que menos tienen y más necesitan. Esos mismos empujan la sociedad hacia el precipicio de la deshumanización, de la diferenciación, de la falta de respeto y consideración, al tiempo que sus actos sirven para empobrecer un poco más al resto que no está situado en su estrato social.
Vivir así, que la sociedad se cimente sobre tendencias que solo valen a una élite minoritaria es ilógico. Esa élite se vale del esfuerzo de todos para conseguir sus grandes beneficios, al tiempo que demuestran, por lo general, una gran insolidaridad con el sistema establecido. Sabemos que suelen hacer lo que se ha dado en llamar ingeniería financiera y otras técnicas delictivas, basadas en movimientos oscuros entre empresas sin actividad real, en paraísos fiscales, con tal de pagar la mínima fracción de sus abultados beneficios. A ellos no les importa que haya servicios públicos porque tienen dinero suficiente para pagar servicios privados cuando los requieren.
Por otro lado, los políticos con el cuento de que nos representan, tienen asido el poder y modelan la sociedad a gusto de ellos mismos y de aquellos poderosos que le ponen el cebo en la punta del sedal y los políticos pican por su propia conveniencia, asegurándose puestos relevantes para el futuro próximo. A nosotros nos han dejado ser los peones del ajedrez, los engranajes de la maquinaria y el combustible para que todo funcione con nuestros esfuerzos. Nos obligan a tener la cabeza agachada en señal de sumisión, lo que justifica que haya policía antidisturbios, ¿ustedes ven aglomeraciones perturbadoras durante todo el año, que justifique que haya un cuerpo para reprimir a los manifestantes? Es una manera de asegurarse el que gobierna que el rebaño va a seguir paciendo tranquilamente mientras ellos nos hacen lo que les venga en ganas. Y cuando un número de ovejas se dan cuenta del disparate y deciden reunirse para reclamar, entonces ellos ordenan que nos dispersen por la seguridad ciudadana, dicen, y nos hartan de palos. Y hacen una ley mordaza, para intimidarnos, para inmovilizarnos, para que sea delito grabar cargas injustas policiales y así poder acusarnos de lo que los policías digan sin testimonio alguno que avale las agresiones que dicen recibir.
No hay nada que se pueda hacer si no es por la violencia, lamentablemente. Aunque previamente nos debiéramos organizar para que los políticos siempre nos tuvieran enfrente manifestándonos. Todos los que estemos libre, o sea, jubilados y parados, empleados que no estén de turno, amas de casa, juventud, etc., todos los que podamos, debemos manifestarnos diariamente frente a donde vayan a estar los políticos, inauguraciones, visitas, lugares de trabajo de ellos, ministerios, congreso, parlamentos, instituciones, presionando hasta que el poder sea devuelto al pueblo, que es quien debe decidir cómo quiere vivir. No queremos seguir manteniendo a representantes de empresarios y grandes corporaciones. No queremos seguir manteniendo parásitos saqueadores. Queremos decidir nosotros y si hay algunos políticos, que estén bajo nuestro mando, que sean como meros gestores de lo que decidamos hacer. ¡Ya veríamos cuántos tienen vocación de servicio público!
Concluyendo, el tiempo pasa, la vida se nos va a todos, y algo maravilloso que podríamos conseguir para vivir todos magníficamente, no se realiza porque algunos ya tienen su propia ruta, en la que no aparecen los valores humanos de ningún modo. Si fuera de otra manera, la gente no rebuscaría en las basuras, no habría indefensión, inseguridad, corrupción, hambre y guerras.
Seguiremos...
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