¿De verdad que a alguien interesa esta situación mundial de inestabilidad? ¿Es en serio que alguien se aprovecha del miedo de la humanidad? ¿Estar al borde de una catástrofe nuclear mundial puede ser de la conveniencia de alguien con dos dedos de frente? Es terrible, solo pensarlo produce vértigo, puede suponer la aniquilación de gran parte de la vida en el Planeta, y quién sabe si la destrucción de éste. No es mi intención repartir pesimismo o miedo, pues la preocupación ya la albergo en mí, y no digo nada que no se esté pasando por mi mente. La rivalidad y odio vertido por algunos dirigentes, el apoyo que recibe la guerra de los que están a favor de unos o en contra de otros, no ayuda a apaciguar a los que siguen mandando a morir a personas normales, padres de familia, hermanos, tíos o abuelos de otros seres que seguramente nunca comprenderán por qué tuvieron que morir para nada, por el mandato de alguien obcecado con aplastar al que tenía enfrente, pero en una lucha de despacho (solo librada en completa seguridad para los dirigentes), no para el resto de los implicados por orden expresa de aquellos que montan estrategias desde sus posiciones seguras.
El conflicto Ucrania-Rusia va apuntando hacia el empleo de armas nucleares, precisas, de baja intensidad en un principio, al menos es como lo refiere Putin. ¿Qué creemos harán los otros, Ucrania y los que llevan meses arrimando palos a la candela? Comenzarán a desplegar material también nuclear y todos a salir por los aires, sin haber pensado en las consecuencias futuras, pues si alguien queda en pie qué enfermedades tan terribles le queda por sufrir, y ninguna buena. ¿Los dirigentes mundiales no son capaces de tomar conciencia de las repercusiones de sus actos y cómo pueden afectar a la población mundial? Nos queda lejos de nuestras competencias, no podemos actuar, es como si nos tocara resignarnos ante la gran maquinaria asesina y de destrucción en la que se convierten los países dirigidos por desaprensivos e inconscientes. Son una maquinaria de muerte y terror. ¡Hay que renunciar a la violencia, debemos convertirnos en una civilización pacífica!
China tampoco abandona la utilización de la fuerza y todo tipo de armas para dominar a Taiwan, y acabar con su afán independentista, así lo han dicho esta mañana en la radio. ¿Por qué de estas posturas con respecto a los demás? Si el otro quiere vivir su vida y se ha organizado para tener su propia organización en todos los ordenes, quién es nadie para intervenirle e imponerle otro estilo de vida y hacerle cumplir otras normas que las que se ha dado, porque así cree vivir mejor.
Parece que nadie aprende, mostrando en el fondo que la libertad y la democracia son solo palabras bien sonantes que pronuncian los mandatarios en ocasiones para quedar bien, pero que nadie las respeta o pone en práctica. Por ejemplo, y para no ir más lejos, nuestro país se está involucrando cada vez más en el conflicto de Ucrania, esto quiere decir que Sánchez nos está metiendo en la guerra sin haber pedido permiso a la ciudadanía para ello, sabedor que los españoles somos pacíficos, rechazamos la guerra por mayoría, así que para quedar bien con sus homólogos europeos y, sobretodo, norte americano, expone a toda la población en un conflicto que ni nos va ni nos viene, y sigo pensando debía haber terminado ya, es más, nunca debiera haber existido, igual todas las guerras, ¡Todas a la mierda, así como todos los que las propician y nunca dan la cara! Esos genocidas que mandan a morir a muchos de sus compatriotas, pero no se exponen a las balas del enemigo. El Gobierno español anda comprando pastillas de yoduro de potasio para paliar los posibles efectos de la radiactividad en el cuerpo, algo que me tranquiliza mucho menos.
Seguiremos...
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