Ellos son irónicos y hablar de ellos hay que hacerlo de la misma forma, con ironía. Ya han escuchado las declaraciones y raquíticas argumentaciones del Vicepresidente de la Comunidad de Madrid, con respecto a la no celebración de una comisión de investigación sobre las muertes de los ancianos en residencias, en tiempo de pandemia. Como saben, durante la pandemia, dicen que para evitar el colapso de los hospitales, el gobierno de la Comunidad de Madrid, mediante un protocolo, decidió quién debería ser trasladado a centros hospitalarios para ser tratados cuando enfermaran, y quiénes no. Dando como resultado que entre siete y ocho mil ancianos fallecieran sin ser atendidos en centros sanitarios, o sea, les dejaron morir como si no fueran personas, dicho así para no ofender a ninguna otra especie, algo que no se hace ni con los animales. Pues como siempre, los políticos tiran la piedra y esconden la mano, no hay responsables de tal tragedia; y como siempre, tampoco interesa que se investigue, que se sepa la verdad del asunto, que se pida justicia para con las familias de esas personas que fueron dejadas, maltratadas de algún modo, desatendidas y asesinadas. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid para dar el capotazo que oculte un poco más a su jefa, la Srta. Ayuso, viene a decir que es innecesaria la celebración de comisión de investigación alguna para evitar el dolor que pueden sufrir los familiares de las víctimas si llegaran a saber que sus ancianos podrían haber seguido viviendo si se les hubiera atendido en hospitales. Los políticos, como siempre, repartiendo generosamente transparencia y asumiendo responsabilidades de sus actos, esto sí que es ironía de la buena.
Esta gentuza pudiente, pudiente a costa de los super sueldos que se dispensan para sí mismo de nuestro dinero, son pura escoria que no nos representa, y ¡ay de todos esos ignorantes que siguen creyendo en ellos!, en esta casta rancia, mafiosa y corrupta, que es así como está demostrada es la clase política y sus partidos correspondientes. Callan cuando las cosas les son favorables, cuando se asignan privilegios, cuando tienen que asumir responsabilidades por sus delitos, maniatan a la justicia cuando les toca dar la cara en los tribunales y les mantienen así hasta que los jueces se ponen de acuerdo en mirar hacia otro lado mientras los delitos prescriben, conforme a una ley injusta para la sociedad y benévola con los corruptos. En este caso nada ha prescrito, pero ya han impedido que se sepa lo sucedido y se juzgue a los responsables. Algo ha escapado, como son las declaraciones que hizo el ex-consejero de políticas sociales del gobierno de la Comunidad de Madrid, Sr. Reyero, que dimitió por no estar de acuerdo con el protocolo de desatención a los ancianos que vivían en los centros de mayores de Madrid. Se ha exculpado con la acción de marcharse de su cargo, pero le faltó valor para denunciar a los que creyera responsables de la trama de muerte.
Este es un país donde no hay ni justicia para con los políticos y las atrocidades que cometen, una justicia que interpreta la inviolabilidad del Rey como le salen a los jueces de los cojones, ni hay democracia, aquí nada se consulta a los ciudadanos, los políticos se bastan solos para hacer cuanto les apetezca a ellos. En esta dictadura velada vivimos los españoles, y el que se crea otra cosa, se vuelve a engañar. Nosotros, los ciudadanos, trabajamos, aportamos con nuestros impuestos, y los políticos lo reparten y se lo reparten como les place. Acaban de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, tenemos una deuda pública impagable de una vez y media el PIB, o sea, de una vez y media lo que es capaz de generar al año, ya lo debemos. Cada ciudadano de este país debe aproximadamente unos treinta mil euros, y los políticos se vanaglorian de haber hecho unos presupuestos donde van a gastar más en tal o cual partida, y la que chorrea sangre es la que corresponde al aumento en gasto militar, cuando lo que correspondía es reducir gastos e inversiones innecesarias, adelgazamiento del gasto político y reducción de puestos inservibles de la Administración Pública. Hay cantidad de gente improductiva dentro de la Administración, puesta a dedo por los diferentes partidos que han tocado poder. ¡Senado y Diputaciones fuera! Un Gobierno compuesto por miembros de cada partido político votado en las elecciones, en la proporción obtenida en las urnas, esto evitaría tener que pagar a 350 Diputados y 265 Senadores. Hay formas de hacer las cosas cuando se quiere ahorrar, pero parece que para los políticos el dinero público es como un manantial que brota sin fin, y cada gobierno nos endeuda más y más.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario