La ideología del Sr. Marín le ha durado el tiempo que Mr. Bonilla le ha ofrecido un carguito en su gobierno de la Junta de Andalucía. Es lamentable cómo ciertos políticos se venden por el carguito y, sobretodo, por el sueldo que le acompaña. Antes que volver a su trabajo anterior, no sé si era en el caso del Sr. Marín, llevar una joyería familiar, se cambian de chaqueta y camisa en menos que canta un gallo. Son transfugas de condición, lo llevan en los genes, ¡vaya dos, éste y Toni Cantó!, que lo mismo le vale un roto que un descosido.
El Sr. Marín, después de todo, ha mandado la ideología a hacer puñetas con tal de poner a salvo las habichuelas, pues como sabemos, C's, su partido, está a punto de extinguirse, pero sin que nadie haya contribuido a su desaparición, han sido ellos solitos, Rivera ya lo dejó al borde del abismo y Arrimadas le ha dado el empujoncito necesario para que inicie el descenso forzoso y veloz. Si Rivera, cuando pudo, hubiera aceptado el pacto de gobierno con el PSOE, quizás hoy estuvieramos hablando de otra cosa, pero se quiso hacer el fuerte y se hundió, hundió el partido y huyó de él. Lo dejó como si fuera un trineo en una pista de hielo, a punto de comenzar a deslizar cuesta abajo.
El caso de subsistencia del Sr. Marín viene a demostrar, una vez más, que la ideología política es lo de menos comparado con seguir pillando del erario público. El curro es el curro y las ideas pueden aparcarse hasta que se abran otras puertas. No olvidemos que el PP tiene mayoría absoluta en Andalucía, lamentablemente por aquello de parecerse a una dictadura, así que las políticas serán netamente del PP, lo que debiera haber producido cierto rechazo en el Sr. Marín. Era diferente cuando formaba parte del anterior gobierno, pues estaba para matizar las políticas con las propias de su partido, pues era necesario para gobernar, las condiciones eran diferentes, pero el amiguismo ha surgido, y la devolución de favores ha comenzado. Es por lo que Mr. Bonilla le da esta oportunidad, le monta un chiringuito, algo que los políticos con poder saben hacer muy bien, para que el Sr. Marín tire otros cuatro años con las espaldas bien cubiertas a costa de los andaluces, porque esta gente toman medidas, las que quieren, acertadas o no, caprichosas o no, pero ellos no ponen ni un duro de su bolsillo, todo sale del bolsillo común de la ciudadanía. Ellos ponen solo el impuesto que les toque, que siempre es una minucia con respecto al pellizco que trincan.
Ustedes pensarán que el proceder del Sr. Marín es exactamente igual que el realizado por un trabajador que le conviene más otro trabajo y deja su empresa para comenzar a trabajar en otra, pero no es así desde mi punto de vista. El político que lo hace pierde toda credibilidad e integridad, al ser de una ideología y formar parte de un gobierno de un partido distinto y tener que tragar por la ideología que impone ese otro partido, ¿dónde está su integridad, su ideología, se la come con papas? Parece que sí, que tienen estómago para eso y para más. El trabajador, después de todo, persigue un medio de vida para su familia, y cambia de empresa persiguiendo una mejora, pero el político defiende una ideología, supuestamente, para con ella conseguir el bienestar de la población. Aunque como vemos les cueste poco cambiar de ideología, actúan como camaleones.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario