Como no puede ser de otro modo, viniendo de quien viene, el gran manipulador del reino Pedro Sánchez, se anuncia la consulta a las bases, a su militancia, del acuerdo entre PSOE y SUMAR para la probable investidura para conformar gobierno, pero no somete a criterio y decisión de la misma militancia los acuerdos con Junts, EH Bildu o ERC, la manipulación está servida. Por encima de lo que pudieran decir las bases está lo que Pedro Sánchez quiere, perpetuarse en el poder, es la vara de la democracia que Sánchez practica, es la democracia que conoce y con la que gobierna. Una vez se llega arriba, ¡Qué poco importan los de abajo!
Sánchez sabe que sin Junts, EH Bildu y ERC no hay nada que hacer, es por eso que no se la juega y evita contradecir lo que le pudiera decir la militancia del PSOE. Es por ello que no se somete a su decisión ni le respeta, les consulta sesgadamente a modo de como nos metieron a la fuerza a la monarquía en el referéndum de la Constitución, ya lo dijo Adolfo Suarez, era así o no saldría según sus encuestas. Del mismo modo, Sánchez hace un simulacro de democracia de partido consultando solo una versión de su apuesta personal, para como sabemos, mantenerse en el poder.
Sin haberse aprobado la ley correspondiente, todos se tomaron la libertad de convertir el Congreso en una jaula de grillos multilingües. Celebraron el último Pleno hablando cada uno como quiso, por supuesto al resto de los españoles que estamos obligados a presenciar el esperpento ininteligible, no decidimos nada ni nos preguntan si nos parece bien o no, una vez más es una imposición de Pedro Sánchez y de una minoría política necesaria para que Sánchez pueda seguir gobernando. Un gasto innecesario para que varios traductores vayan traduciendo la lengua regional al español, lengua que todos conocen y utilizan, ¿Qué necesidad había de hacer todo esto y gastar tal disparate de dinero público? Es una chaladura más de la clase política minoritaria, un abuso de poder frente a la ciudadanía que tiene que apechugar por todo lo que nos quieran poner por delante. Es un continuo atraco del que nos impiden defendernos mediante el abuso de sus leyes, que impiden sacarles del Congreso, irrumpir y echarles a todos por inútiles, trápalas y mangantes.
Este es el partido socialista, una dictadura progresista, capitaneado por Sánchez, el que hace promesas que incumple casi siempre. Todavía recuerdo cuando le echaba a la cara a M. Rajoy, el de los sobres, la Caja B y cientos de casos de corrupción en su partido, aquello de que en cuanto llegara al gobierno haría pública la lista de 700 defraudadores. Pues ya lleva cinco años en el gobierno y no ha tenido bemoles de cumplir con su palabra dada a la ciudadanía y lanzada a los vientos en todas las cadenas de televisión. A Sánchez no le interesa que se aireen trapos sucios porque seguramente descubrió en la lista apellidos conocidos, amiguetes o colegas de partido. En Sánchez, como en casi todos los políticos, esperanzarse es perder el tiempo. ¡Ignórales, deja de votarles!, nos roban, nos traicionan.
Seguiremos...
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