Hoy se celebra una nueva sesión en el circo del Congreso, un espectáculo multilingüe, el circo del absurdo, cada cual habla en la lengua que quiera para que al fin y al cabo tenga que ser traducida para todos en español. O sea, todos conocen el español, pero idiotamente y sin fundamento alguno, al menos racional, se hacen traducir de sus lenguas regionales al español, ¿por qué no habláis todos en español y nos ahorramos un dineral para hacer tal idiotez? El atontamiento político no sé a dónde va a llegar, pero ahí está aprobado y consentido por todos los políticos en un claro chantaje para que pueda gobernar Pedro Sánchez y el ciento y la madre, eso sí, todos en coalición.
A las doce de la mañana, a la hora del ángelus, la cabrita subirá al estrado a hacer equilibrios imposibles para tratar de mantenerse arriba, unos aplaudirán y otros abuchearán a la pobre cabra. Entre redobles de tambores, la respiración de los asistentes se congelará viendo como se despeña la cabrita, dejando el difícil o complicado equilibrio. Es entonces cuando los tambores callarán, y así con el público silenciado y el ujier de la sala dando paso al cambio del vasito de agua, el próximo acto circense comenzará. Seguramente, algún que otro personajillo de ropas anchas, rebosante de colores, narizota roja y exagerados zapatos, tras ajustar la dirección de los micrófonos dirá aquello de: "¿Cómo están ustedes...?", y después vendrá Fofó, Fofito y hasta Milikito, porque en el gran circo multilingüe puede ocurrir de todo.
Después de varias horas de sonrisas, chascarrillos y muchas idioteces, así como sonadas tandas de aplausos, se bajará el telón, se cerrará la pista central y auxiliares, volveremos a entender que solo era un espectáculo circense más, como los que presenciamos cuando éramos niños, y que nada importante ha sucedido. Nos volvemos a casa con el sabor de una sonrisa, rememoramos los gritos, los insultos y todo lo visto, hasta veremos graciosamente el despeñamiento de la cabrita que aspiraba a escalar la cima de la gobernabilidad de España. Recordaremos, también, a los malvados que sabían que la cabrita se despeñaría, y esperaban pacientemente ver cómo sus pezuñas deslizaban atril abajo, provocando la risa malvada de todos sus detractores. Ni siquiera el ensayo del domingo en una plaza pública le habrá servido a la cabrita para perfeccionar su número, antes de exhibirse en el gran circo multilingüe.
Algún día espero se cierre definitivamente el circo, se tornen los animales en personas, por aquello de la prohibición expresa de explotar animales, conforme a la Ley de protección del bienestar animal, y dejen las personas de actuar como payasos. Espero que esto ocurra más pronto que tarde por el bien de todos, o bien, seamos lo suficientemente inteligentes para hallar una forma nueva de gestionar lo que nos pertenece, sin que haya "listos" haciendo leyes que les favorezca a ellos y a quienes ellos quieran. Una forma de gestionar que procure la libertad de los jueces y fiscales para poder juzgar e imponer justicia sin atender a colores y siglas o apellidos. Los españoles deseamos una España que progrese, que avance en todos los campos importantes de nuestra sociedad sin que haya una banda de forajidos robándonos continuamente, estafándonos con falsas promesas y haciéndonos perder el tiempo legislatura tras legislatura.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario