Nadie en España, ni en sus cabales, puede llegar a pensar que por subir los tipos de interés de los bancos se van a bajar los precios en los comercios. De nuevo otro cuento chino para hacer ganar millones a los bancos, ¡Valiente lagarta es Lagarde! Siempre mintiendo a las personas, estafándolas con argumentos que no se sostienen, una desviación de atención hacia un cuento chino para que no nos enfoquemos en los verdaderos culpables: la misma lagarta y todos los intermediarios, grupos inversores, etc., que nos están dando un palo mientras suben los precios de los alimentos, los créditos, las hipotecas, los combustibles, la energía eléctrica, etc. En los cargos más estratégicos se encuentran aquellas personas que son capaces de poner en grandes aprietos de supervivencia a millones de familias, con tal de cumplir con sus señores amos del dinero, y con total desconsideración hacia el resto de los mortales.
Han aprovechado todas las vías abiertas para ir subiendo el precio progresivamente e incansablemente. Primero fue la pandemia, después la subida de combustibles que afecta al transporte y, por último, la guerra de Ucrania. Todos a subir los productos, aunque tuvieran reservas suficientes o stock abundante comprados a precios inferiores... ¡hala!, todos al abordaje como ruines bucaneros asaltando embarcaciones que estuvieran de paso cerca de ellos. Esta sociedad provoca nausea debido a la opaca y delictiva forma de proceder que tienen algunos de los que dirigen el cotarro. No hay transparencia en nada y sí un abuso en las relaciones comerciales, políticas e institucionales de todo tipo. Los entes gubernamentales, los Estados están podridos, la gente es corrupta y no duda ni un solo instante en realizar acciones mafiosas: sobornos, chantajes, prevaricar, blanquear dinero, esquilmar la caja pública de mil maneras, sacar su dinero a paraísos fiscales con tal de dejar de contribuir en su país, perjudicar a toda una población por su insolidaridad delictiva, etc.
Además, todos esos impresentables que están al frente de importantes instituciones o entes más o menos públicos, cobran un pastón vergonzoso, descomunal, solo lo que ganan es un insulto para el resto de los humanos. Muchos de ellos, en entes públicos, cobran esos sueldos astronómicos del bolsillo de todos los contribuyentes, vamos, una puñalada por la espalda a cada paisano, un atraco a plena luz y con alevosía a la ciudadanía y no ocurre nada, todo se tolera, no hay reacción alguna, nadie va donde estén y les coge por el pescuezo y los pone de patitas en la puta calle. Es un auténtico abuso monetario en todos los sentidos pagado por los ciudadanos para que dicten normas en contra de éstos. Este mundo se ha equivocado de todas, todas. Seis han cogido la batuta y están marcando los compases por el que ha de moverse el ritmo de las poblaciones del mundo, y debemos decir ¡BASTA! Hace falta una movilización ciudadana masiva, parecida a la que surgió y se llamó 15M, pero ya sabemos qué sucede cuando nos invitan a jugar con las cartas marcadas (Sus reglas del juego), y un terreno embarrado, lleno de jugadores mafiosos y corruptos. Esta vez no podemos volver a caer en la trampa, la ciudadanía y los políticos, tal como los conocemos, son jugadores de dos ligas totalmente diferentes, son categorías distintas. Todo pasa por ignorar completamente a los políticos y sus triquiñuelas, sus falsas promesas y todo su proceder oscuro. No ir más a votar, no hablar más de ellos en las redes sociales y organizarnos para marcar directrices por las que debemos regirnos, al margen de lo que quieran e interesen a esos despreciables que llevan 50 años chupando del bote y los problemas que de verdad afectan a los ciudadanos aún siguen sin resolver, no son su prioridad. Por favor, ignoren a los políticos, ellos son el problema, no parte de la solución.
Seguiremos...
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