La política, tal como se ejerce en el mundo en los momentos actuales, es un cáncer. Hablo de la política en general porque lo que veo no me gusta, entre hacer las cosas bien y hacerlo mal hay una fina línea de decencia y honestidad, pero es tan fina que desgraciadamente los políticos no la ven. No entiendo que haya tantas personas gastando tanta energía para defender a tal o cual partido político, cuando éstos solo defienden sus propios intereses a la vez que reparten migajas de pan, solo las suficientes para seguir esperanzando a la gente.
Tenemos una deuda pública bestial porque llevamos demasiados años gobernados por inútiles, alimentando coros multitudinarios de gente para que les toquen las palmas a los políticos, que siguen viviendo por encima de nuestras posibilidades. Nos han programado para que no pensemos, para que no lleguemos a formarnos una idea de qué es realmente democracia (Que el pueblo hable, que el pueblo dirija), sino que lo mencionan en la Constitución y con eso ya creen nos contentan con aquello de que la soberanía reside en el pueblo, pero lo cierto es que los políticos han usurpado el poder que nos corresponde. Abre los ojos, echa el ancla y no te dejes llevar más por la corriente de la conveniencia de los que ostentan el poder. Solo hablan de sus intereses, pero lo enmascaran como si estuvieran hablando de los nuestros. Para empezar a hablar de democracia, que atiendan los resultados de las elecciones, o sea, nos debe dirigir un gobierno formado por políticos de todos los partidos que obtuvieron votos, en la proporción en que fueron votados. En el Gobierno han de estar todos los partidos por los que la gente introdujo su papeleta en las urnas. Al estar incluidos en el gobierno todos los partidos que la gente eligió, no tiene sentido alguno que sigamos alimentando a 350 Diputados y a 265 Senadores.
La única manera de ver la luz es quitar de en medio el muro opaco de la corrupción sustentado por una gran mayoría de políticos, vamos, por casi todos, puesto que obedecen, juran o prometen mantenerlo en pie. Esa corrupción se ha expandido y es compartida por un sector de la banca, de las empresas de construcción, de las de sectores estratégicos: comunicación, información, telecomunicaciones, energías, etc. También ha salpicado a la gran mayoría de las Instituciones: Corona, judicatura, ejercito y cuerpos de seguridad del Estado. Con lo poco que nos gusta que nos manden, no entiendo lo gustosamente que la gente se somete a las imposiciones de gobernantes que obedecen los dictados de sectores corruptos y de los poderes monetarios, que no conducen a nuestro beneficio sino al suyo. Con lo corrupto que está el sistema y el panorama institucional en general, no comprendo cómo sigue la gente pujando por unos políticos o por aquellos otros, da igual. De momento todos son parte del problema, no de la solución. Cualquier político, de los que actualmente en su lucha por el poder tanto nos ignoran, se merece ser puesto en cuarenta como si de un virus informático se tratase.
Quiero que todos los políticos dejen de pactar entre ellos con el solo deseo de alcanzar el poder. Quiero que hagan, de una vez por todas, un pacto con la ciudadanía comprometiéndose a servirla por el bien de todos y el progreso del país. Ayudaría mucho que los políticos se volvieran decentes y honestos, comprometidos de verdad con la ciudadanía, y reconozcan que somos todos nosotros los que ponemos nuestros esfuerzos y dineros para que ellos vivan tan bien. Cuando abran la boca, andémonos con mucho ojo, pues sabemos que de lo que diga o prometa un político, creámonos la mitad de la mitad, y aún esa pequeña porción aparentemente cierta, es muy probable sea falsa. Son así, su mundo y su lucha es por el poder y la consecución del dinero público, saben que a la gente con dedicarles una sonrisa y unas palabras para adularles los oídos, es suficiente.
Seguiremos...
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