Es posible que a los ojos de los políticos el sistema escolar facilite la conciliación familiar, pero lo cierto es que el sistema escolar tal como se presenta es una anormalidad en el aspecto que paso a relatar. Los críos se pueden escolarizar desde los tres años si se cumplen a lo largo del curso escolar en el que se matriculan. Una de las exigencias, igualmente anormales, sin dar tiempo a que el desarrollo natural de cada crío, se dé sin más, es el control de sus esfínteres, de tal modo que si un niño o niña durante el horario de clase se hace pipí o caca, el niño o niña se queda mojado o con la carga hasta que venga uno de sus padres a limpiarlo y cambiarlo, ¿Ustedes ven esto normal?, ¿Y si padre o madre están trabajando, como sucede con frecuencia, y sus respectivos trabajos quedan, supongamos a una hora de distancia?, ¿Han de estar los críos mojados y sucios hasta ese momento en el que puedan llegar sus padres? Pues sí, así es, la dirección del colegio se lava las manos, igual que los profesores o los que gobiernan, y la deshumanización está servida.
Estos niños tan pequeños, en periodo de aprendizaje para pedir y retener sus necesidades, no deben pasar por esos momentos de angustia frente a sus compañeros. ¿Qué deben hacer los padres, salir de su trabajo una, dos o las veces que su hijo o hija se haga algo encima?, ¿Por qué los colegios no tienen en plantilla, además de directores y profesores, algunas personas tituladas como auxiliares escolares puericultoras, equivalentes a auxiliares en clínicas, que solventen esta incomodidad escolar-familiar-laboral. Pues al fin y al cabo, afecta a la conciliación familiar y laboral, todo queda metido en el mismo saco. Podemos imaginarnos el sinvivir de los padres cada día al dejar a sus hijos en la escuela... ¿Me llamarán hoy?, ¿Tendré que salir apresuradamente del trabajo?, ¿Tendré que volver a pedir que me dejen salir para atender a mi hijo?
Los políticos, que son los que organizan la educación escolar en cada Comunidad, ¿piensan en estos problemas, en la anormal situación de llamar cada día a los padres, y que estos salgan a la carrera desde sus centros de trabajo, por alejados que estén, para limpiar y cambiar a sus hijos? La figura de ese o esa auxiliar escolar es muy necesaria y facilitaría mucho la vida a todas las partes, incluidos los críos en primer lugar, a los padres en segundo lugar y a los profesores, que tendrían en los centros escolares personas cuya función sería atender a los pequeños en esos casos imprevistos.
Una vez más, este sistema no pensado para las personas, se pone en evidencia por las carencias no previstas por los que gobiernan y dictan las normas.
Seguiremos...
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