Esta mañana escuchaba la radio y entrevistaban a un agricultor que se había sacado la licencia de armas para poder disparar contra los jabalíes que entraban en sus tierras y se comían sus cultivos. El periodista le preguntaba si no había otra forma de arreglar el asunto que no fuera disparar contra los animales, y el agricultor puso los ejemplos típicos de qué haría usted si le atacan pulgas, moscas negras, o una rata entra en su propiedad y le muerde los cables de su vivienda. ¿Verdad que le pondría veneno y se las cargaría?
En cierto modo te desarma, casi todos aunque tengamos un acusado sentido de defensa de la vida animal, consideramos menos animal a aquellos que nos atacan a nosotros, como eran los del ejemplo que daba el agricultor. Y la verdad es que terminamos usando el insecticida contra pulgas, contra moscas y el veneno contra ratas. Lo siento, soy uno de los que lo ha utilizado en algunas ocasiones, de tarde en tarde, pero no me libro de haber atentado contra alguna vida animal.
Volviendo al caso concreto de los ataques de los jabalíes contra los cultivos o las incursiones que hacen en zonas urbanas para robar comida de contenedores de basura o jardines, se me ocurre, al hilo de lo que escuché, que las zonas de monte deberían estar valladas para evitar que los animales salvajes transiten fuera de su hábitat natural. Asimismo, deberían estar valladas todas las fincas dedicadas a cultivo y ganadería, porque no podemos olvidarnos de otro sector de quejas que se erigen contra los lobos y los daños provocados al ganado. Si todas esas propiedades, las privadas dedicadas a alguna explotación, están adecuadamente cercadas, y los entornos naturales de las especies salvajes, también lo están, quiero pensar que el problema que se plantea pudiera estar resuelto casi al cien por cien.
Aprovecho para volver a pedir que se dejen de sacrificar animales, que no se cace por diversión, que se protejan a los animales contra los malos tratos, y a ser posible que se investigue para alcanzar una alimentación completa sin que se tengan que matar animales. No somos nadie para quitarles la vida, incluso a aquellos citados anteriormente que nos molestan. Debemos buscar maneras de ahuyentarlos y, sobretodo, como proponía, poner medios para evitar que se cuelen en nuestras propiedades. Así cada uno en su lugar y sin que se produzcan daños. Todos felices.
Seguiremos...
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