Desde hace mucho tiempo, los animalistas se manifiestan constantemente a favor de los toros, para que no les hagan daño y, mucho menos, les sacrifiquen, tanto en corridas de toro como en festejos en las distintas localidades que tienen esa tradición. Esto está bien y lo apoyo, pero todos debemos ahondar un poco más, ¿acaso valen menos las vidas de los millones de animales que se asesinan diariamente, de un modo cruel en todos los mataderos del mundo? Lo que ocurre, es que meterse con las multinacionales de la carne, es otro cantar. ¿Esos animales son menos dignos de ser salvados?, ¿a esos no se les tiene que librar del salvajismo, de los golpes, de maltratarlos en vivo antes de desangrarlos?
Ser animalista es no hacer distinción entre los animales que las cámaras nos muestran y el daño que éstos reciben, o aquellos que tienen prohibido ser grabados en los últimos momentos de sus vidas. Por qué nos duelen más los animales asesinados por los cazadores, que habitan lejos en montañas, que los animales cercanos y domésticos, como: perros o gatos. Ser animalista es tener conciencia de todos los animales y no justificar que unos u otros tengan que ser asesinados, ¿quién es el hombre para quitar la vida a otros seres vivos? ¿Esto no se lo enseñan a los religiosos?
Claro que hace falta una ley de protección de todos los animales, que evite que cazadores desaprensivos cuelguen en los campos, de los árboles, a todos los perros que hayan trabajado de un modo que a ellos no les satisfaga. Una ley que evite que se asesinen animales por los disparos de los cazadores. Una ley que prohíba que se celebren matanzas en entornos rurales, porque atar a un animal contra su voluntad, golpearle con un mazo para atontarle y, posteriormente, asestarle una puñalada tratando de seccionarle una arteria para que el animal se desangre y muera... ¡es una salvajada de primer orden! No valen justificaciones como: es una tradición, ¿por qué no permiten que nos capturemos unos otros y nos dispensemos el mismo trato para filetearnos y comernos? Tampoco vale dejar en el aire la pregunta: ¿Qué vamos a comer si no? Frutas y frutos secos.
Concluyendo, diré, que el daño que se realiza frente a las cámaras de televisión, pudiendo ser visionado por muchas personas nos hace tomar conciencia del daño que se comete sobre ciertos animales. Que la caza hay que prohibirla, porque no se mata con ningún fin justificado más que divertirse, pasar el día y, asesinar para acrecentar el ego. Que tenemos olvidados a esos otros millones de animales, que son también animales, que se sacrifican cruelmente en mataderos, a los que se les maltrata, se les ocasiona dolor, estrés, hasta la extenuación y muerte.
Seguiremos...
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