Riega la vida para que crezca, dedícale
una sonrisa, contémplala para que se sienta importante y dale mucho amor. Dile
cuanto la quieres, háblale suavemente al oído, abrázale con dulzura y delicadeza,
apréciala, mírala con atención, aprende; pero déjala continuar, no la retengas.
La vida va y viene, siempre está, cuan agua deslizándose colina abajo, bañando
a rocas, humedeciendo los márgenes del cauce, dando de beber a las plantas, a
los árboles y a los animales.
En el silencio de cualquier
mañana fría, allá en lo más hermoso, en el espacio llamado sierra, ella baja
feliz entonando canciones compuestas de notas de agua, anunciando su refinada
algarabía. Despertando a los pájaros que les contestan con acompasados cantos y
silbidos, en efusivo abrazo con el agua y con la vida.
Estamos vivos, vemos, oímos,
sentimos, ¿reímos, amamos, nos alegramos, abrazamos, luchamos y ayudamos?, ¿Fluimos
por la vida como el agua, o hemos quedado embarrancados? Nada debería ser
demasiado importante como para que paralice tu vida, porque deja de ser vida
para parecer muerte.
Si te sientes de esa forma,
deberías cambiar cuanto antes, modifica tu punto de interpretación de los
hechos, pues a pesar de ellos puede ser una apreciación personal y que en el
fondo no sean lo que parecen ser. Hay que dar margen al error propio, que
muchas veces aplicamos demasiada rigidez a la interpretación de lo que
acontece, y somos nosotros mismos los que nos forzamos por mantener un punto de
vista, como si en ello nos fuera la vida.
Tenemos que incorporar más
tranquilidad en nuestro modo de vivir, ser más flexibles, aprender a escuchar
con todos los sentidos, olvidarnos de las calificaciones y prejuicios. Abrirnos
a los demás y a las nuevas situaciones, mirarlas con la curiosidad de lo que
pueda aportarnos, dejar los miedos a un lado, sonreír desde el corazón a las
personas, fundamentar nuestras vidas en la verdad, en la sinceridad, en la
amistad y en la honestidad. Hacer el máximo esfuerzo, poner todo lo que podamos
de nuestra parte pero con criterio y orden: sin prisa pero sin pausa, siguiendo
las prioridades que hayamos establecido.
Es verlo, es poner un poco de
orden en nuestras vidas, es utilizar el sentido común, es querernos, amarnos,
cuidarnos en todos los sentidos. No hacer grandes excesos en nada, ser
moderados, no tener prisas por nada pero si atender las necesidades conforme se
detecten, no caer en el stress y no perder los nervios, porque nos hará sufrir
y no ayudan a resolver nada.
Conviértete en agua, conviértete en
sol, y como ellos compártete sin seleccionar, sin discriminar. Baja el cauce, dejándote
llevar, alegre, sonriendo, cantando, disfrutando. Muchos interpreta estos
términos como vivir apresuradamente, quieren vivirlo todo, beberlo todo,
fumarlo todo, etc. en un día si les fuera posible, y ese no es el planteamiento
que he expresado. Hoy decimos adiós a Febrero y mañana viene Marzo, no se acaba,
hay más días, ¿por qué andar por la vida con tanta prisa? Riega tu vida, cuídala
aportando moderación, alégrate de estar vivo, sonríele, abrázala, amala y
amate.