Hoy hablamos de la vida y de
hacer lo que uno quiera, pero entiéndase, en su justa medida, o al menos con la
intención que yo lo transmito.
Cada cual se siente feliz de
hacer lo que quiere hacer, ¿por qué no es posible vivir así?, puede que
nosotros mismos nos cercenemos la vía de la libertad, bien por el miedo a vivir
sin red, bien porque escuchamos demasiado a los que nos rodean. Ellos siempre
opinan aunque no se les pidan, a veces ellos somos nosotros, y todos incurrimos
en lo mismo.
No se si se me entiende, pues
vivir según dictan los demás, alejándonos de nuestros principios y
convicciones, de nuestra tendencia natural, intuitiva, reforzada por nuestros
conocimientos, experiencias, gustos, etc., es un grave error, una trampa en la
que casi todos hemos caído.
Queremos sentirnos bien,
levantarnos cada día con mucha motivación, ir felices hacia nuestro trabajo, a
cumplir con nuestros objetivos, a seguir trabajando en nuestros proyectos,
¿verdad que queremos hacerlo, y qué nos lo impide? Son muchos años cumpliendo
con una rutina, cuando no se ha tenido la valentía de tomar las riendas de su
vida, y crear un proyecto de vida acorde con los valores y potenciales que cada
uno de nosotros posee.
Cada uno es genuinamente
brillante y único, original e irrepetible. Cada uno de nosotros tenemos una
estancia limitada en este espacio-tiempo, y la desaprovechamos, le damos la
espalda por cobardía, por irresponsabilidad, por creer muy poco en nosotros
mismos. Gastamos, consumimos nuestro tiempo quejándonos, acusando a otros de
nuestra situación, que no es más que el resultado de nuestras decisiones, o de
la falta de ellas, por no sentirnos capaces de actuar conforme a nuestras
convicciones.
El escenario es igual para todos,
y tendríamos que confiar en la vida y en nosotros, caminar en lugar de
pararnos, seguir nuestro plan cueste lo que cueste y nos rinda lo que nos
rinda, pues para ello es nuestro plan, con el que disfrutamos mientras
avanzamos. Es como cuando haces una manualidad que deseas hacer y, el tiempo
vuela o se para, no pasa, porque tu no estás, solo existe el gozo de hacer, ¿os
ha sucedido?, seguro que si.
No tengamos miedo, ya que este
nos paraliza, nos deja sin respuestas, o damos alguna no tan válida, no tan
eficaz, o bien nos desvía de nuestra ruta. Que nadie nos marque la ruta, no
escatimemos en esfuerzos, no nos rindamos ante los obstáculos que pueden
aparecer, casi seguro emergerán, pero hemos de ser fuertes, muy generosos en la
entrega y, nunca perder de vista nuestro objetivo, nuestro fin, aquel propósito
que nos da vida durante el camino.
El sistema es lo que es, los
estamentos de poder son lo que son, la situación actual es la que es, a
nosotros no debe importarnos nada de esto, no debemos perder tiempo ni energía
en ello. Nosotros no somos salvadores del mundo por el momento, pero si podemos
reflexionar sobre lo que queremos hacer con nuestras vidas, erigir un plan,
establecer un camino, y entregarnos a ello con el suficiente amor y respeto
hacia los demás. Esto si que podemos y debemos hacer, porque no van a venir a
sacarnos de un agujero, que es la estrategia o el plan de otros.
Lucha
por tu destino, por tu vida, no oigas a nadie, remángate, y lánzate que la vida
está esperando a que tú la dibujes. La vida puede ser lo que tu quiera que sea
¡inténtalo y veras!
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