Disculpen si en ocasiones, al
menos los que siguen estos escritos, piensan que en lugar de llamarse esta
sección el rincón de la utopía, pudiera parecer que es el rincón de la crítica,
pero se me hace imposible comentar algunos acontecimientos que, como mínimo,
chocan con la actual situación económica.
En este caso me voy a referir al
inicio de la campaña electoral, para el que está previsto que se puedan gastar
entre todos los partidos políticos la cifra de 41,6 millones de euros, según la
modificación de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, del
pasado 28 de Enero.
¿No es una barbaridad de dinero
tirado a la calle con la única intención de captar votos?, ¿De dónde sale ese
dinero, ahora si tienen dinero los bancos para sus cómplices los políticos?,
¿No podría bastar con que televisión española (TVE), la que pagamos todos,
ofreciera espacios televisivos a todos los partidos para que den a conocer sus
programas, si es que los tienen?
Por favor, a dónde vamos a llegar
y de qué forma se le puede poner fin al despilfarro, ¿no vamos a estar
indignados?, con un país en la ruina, debiendo por deuda pública del orden de
un billón de euros, en concepto de deuda externa alrededor de los dos billones
de euros, con cinco millones de parados, con un tejido empresarial que no
cuenta con apoyos financieros, con un tejido industrial pobre y poco
competitivo comparado con el resto de Europa, con un desanimo generalizado de
la población, con un consumo tendente a cubrir las necesidades primarias:
alimentos principalmente, como preocupación prioritaria de muchas personas. En
algunos casos ni tan siquiera, este gasto es posible, muchas familias se están
quedando sin viviendas por no poder pagar las hipotecas, en otros muchos casos
todos los integrantes de una familia han quedado en paro.
Mientras soportamos la convulsa
situación, los partidos políticos no ven nada más urgente que hacer su campaña
electoral para paliar el descalabro, ¿en manos de quiénes vamos a poner el
timón de este país?, cómo se nos pueden ocurrir a los ciudadanos sencillos,
ocupados con nuestros trabajos, con nuestros cursos para desempleados, con la
problemática de nuestras vidas, etc., soluciones que pasan por el ahorro; y a
los señores que se creen en la cúspide del país solo se les ocurre repetir los
errores del pasado, eso si, gastando lo que no es suyo y recortando de las
partidas del bienestar social, que eso si es de todos.
De verdad, que me siento
contrariado, porque lo que veo y oigo no me cuadra, no cuadra con el objetivo y
responsabilidad del político, que abren la boca para dispensarse un trato soez
en cada debate, pero no se les ocurren unirse y dar ideas que nos aporten
positividad, y soluciones al bienestar de la ciudadanía. Ahora no pueden sacar
de la chistera listas de soluciones, no me lo creo, porque unos eran la
oposición y otros estaban gobernando, y si las tenían y no las aportaban,
esperando el momento electoral; tanto unos como otros demuestran que les
importamos bien poco, actúan con irresponsabilidad, y suspiran por la poltrona
del poder. ¿A dónde se fue la ética de las personas?
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