Como nadie se salva de tener sus
propios conflictos, sus luchas internas, sus choques ante algunas situaciones,
o bien, ante algunas actuaciones de los demás; quisiera dejar en este escrito
un remedio muy sencillo que a mí siempre me ha ayudado, y me sigue ayudando.
Cuando hay turbulencias que
afectan a nuestro equilibrio, en el sentido que fuere, el remedio que a
continuación paso a explicar te puede aportar tranquilidad, te ayuda a
interiorizar, te podrás ver en lo que escribes, por tanto facilita que te
conozcas, comprenderás qué te está sucediendo, por qué la situación fue la que
transcurrió y no otra, sabrás como actuar la próxima vez para suavizar los
efectos contra producentes, etc.
En los momentos difíciles es una
buena terapia, y para ello te recomiendo que lleves un pequeño bloc en tu
bolsillo o bolso, para poder hacer uso de él siempre que lo creas oportuno.
Basta con sentarse en algún lugar tranquilo y “vomitar” mediante la escritura,
sin contarte ni un pelo, dejando salir cuanto te está angustiando, todo lo que
te ha puesto nervioso/a, en definitiva todo aquello que te está
desestabilizando. Hazlo de un modo minucioso, explica que ha sucedido, por qué
crees que ha acontecido, explica cómo te sientes, refleja las consecuencias,
tus sensaciones, trata de verlo todo y plásmalo en tu bloc.
Si haces esta pequeña práctica
con asiduidad, y siempre que te encuentres en dificultades podrás observar
cuanto bien te hace, verás que algo en ti te pide volver a esta sencilla
terapia, en definitiva al bloc, cada vez que te mueves de tu punto estable, y
tu vas a descubrir cosas en ti y en los demás que te van a sorprender.
Es necesario que actúes cuando
las cosas no van bien, y esta es una pequeña herramienta que mirada con
atención se vuelve efectiva y potente, ¡confía! Pues no pierdes nada, y tu
mismo/a te ayudarás. Igualmente, es necesario conocer las causas que ocasionan
los desequilibrios para que estos se resuelvan, por lo que interpreta este
breve escrito como la exposición de una tenue luz en la oscuridad del camino.
Te animo a que creas en ti, a que
creas en la solución de tus problemas, pero es imprescindible que hagas algo en
ese sentido, así que de nuevo te digo: ¡confía! Y te deseo un feliz día.
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