En estos tiempos tan complicados
para muchos, cómo combinar adecuadamente tu necesidad de ganar dinero con ayuda
de los demás, la ética profesional a la hora de desarrollar tu trabajo, y ser
capaz de ofrecer el producto o servicio que las personas necesiten o demanden.
Cómo ajustar lo expuesto con la
competitividad entre empresas y la presión ejercida por los empresarios hacia
sus trabajadores.
En un mundo que se mueve en pro
del poder, traducido en mayor acumulo de dinero y energías: combustibles,
electricidad, renovables, etc. Este mundo vive de espaldas al genocidio social
que imponen los gobernantes, comandados por los grupos de grandes fortunas, que
son los verdaderos autores de las letras, y compositores de las músicas que han
de sonar como compás para ser bailado.
No nos valen los políticos
actuales, pues se arrodillan ante el látigo del capital, sin tener algún pudor
en ejercer la opresión hacia los ciudadanos de bien de este país. No nos sirven
los colores que en forma de banderas de partidos alzan al viento, porque sus
protestas están compradas, sus programas están dirigidos, y su miedo se
corresponde con su ambición por el poder, y con la posibilidad de perder los
privilegios que le diferencian del resto de los mortales.
Hay una necesidad urgente de que
se creen puestos de trabajo, hay necesidad de poner fin al robo de aquello que
nos pertenece a todos, hay necesidad de que exista una justicia que no se case
con nadie, hay una necesidad urgente de que los políticos cobren unos sueldos
que se equiparen al salario del resto de los trabajadores del país. Hay
necesidad de mandar a la mierda a todos aquellos símbolos e ideales que crean
separación y disputa, para nacer al humanismo racional, abierto, amoroso,
consciente, responsable y honesto.
Vuelvo al principio: Cómo hallar
el trabajo que se ajuste a lo que llevamos dicho hasta este momento, que nos
haga sentir llenos, que nos haga olvidar la espada de Damocles sobre nuestras
cabezas. Dónde encontrar el puesto de trabajo digno, con horario y salario dignos,
con un empresario que rentabilice tu trabajo sin dejar de tener en cuenta tu
esfuerzo, no solo la traducción en euros de ganancia por lo invertido en tu
puesto de trabajo.
Cómo llegar a vivir en estos
tiempos tan abusivos sin morir en el intento, he aquí la clave del asunto. Es
sorprendente, hasta el punto en que nos hemos metido en este puñetero sistema,
que cuando se comentan temas que se desvían del guión de esta “mamarrachada”,
ya te están diciendo que la idea nueva es utópica. Muchas personas tienen
puestas unas ojeras como se les ponen a las bestias, con el objetivo de que no
dejen de mirar en una sola dirección. En estas personas no hay cabida para la
innovación social, para un nuevo orden. ¿Por qué algunos llegamos a verlo tan
fácil?.
Lo que al menos no se puede
discutir es que el sistema no es inteligente cuando tan mal nos va, y cuando
hace sufrir a tantas personas, cuando no es capaz de generar trabajo para
todos, cuando no es capaz de generar suficiente tiempo libre para el disfrute,
cuando no es capaz de poner fin a las atroces guerras, y cuando los intereses
monetarios están por encima de los daños que se han producido, los que se
producen y los que se van a producir; porque esta clase de tan baja calidad
humana que está dirigiendo al mundo, está falta de los más elementales valores
humanos.
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