La trama económica y social
actual nos ha hecho retroceder, en estos últimos cinco años en cuanto a
derechos laborales y bienestar social, el equivalente a cincuenta años. Esta es
mi apreciación del macabro juego de los grupos poderosos instalados en el mundo,
para enriquecerse empobreciéndonos a los trabajadores, endeudándonos y
haciéndonos responsables de las malas e irresponsables gestiones, que una capa
social respaldada por los ciegos políticos, o bien oculta a la sombra, se atreve
a dejar como huellas de su paso por esta sociedad.
¿Por qué?, me pregunto, si
hubiera sido fácil hacer una gestión impecable, más equitativa en el reparto de
la riqueza, con hegemonía en el esfuerzo, y con resultados más satisfactorios
para todos los ciudadanos. ¿Por qué se ha de estar soñando cuando se tienen
deseos de este tipo para todos?, ¿Por qué salta el primero de turno tachándolos
de pensamientos o idealismos comunistas, cuando solo se persigue el bienestar
de cuantas más personas, mejor?. ¿Por qué el capitalismo actual es solo
números, sin tener en cuenta a las personas, al menos que sea para
considerarlas unidades productivas?, ¿Por qué un capitalismo tan salvaje y
deshumanizado?
¿Y si el dinero tuviera fecha de
caducidad?, ¿Y si pasada esa fecha los billetes perdieran su tinta?, ¿Y si
viviéramos sin dinero?, ¿No hay forma de dar la vuelta a este modelo económico
capitalista, que nos lleva a la destrucción?, porque yo quiero repetir una
frase que escuché hace algún tiempo, y que tan hermosa me parece: “¡Que paren
esto…, que yo me bajo!”.
Un grupo de poderosos se reúne
para decidir por nosotros lo que es mejor para ellos, deciden la estrategia del
juego mundial y lo confabulan todo para destruir, y especular con la miseria de
las zonas afligidas, bien porque antes se encargaron de hundirlas, bien porque
sencillamente no les dejan crecer. La historia siempre ha sido así, los ricos
tienen que tener pobres de los que servirse, pues si la diferencia de nivel no
existiera, su supuesta excelencia no destacaría; y eso sería todo un drama para
sus mentes y para sus cuentas bancarias.
¡Ya está bien de la mentira
mundial, rebelémonos!, no podemos seguir permitiendo que ajenos a nosotros,
porque tengo que llamarles así, pues ellos no nos quieren, solo quieren
destruirnos en primer lugar, para sacar tajada en segundo lugar, y finalmente
venir a presentarse como nuestros salvadores, ofreciéndonos una salida al caos
que crearon. Crean el dolor, y posteriormente te ofrecen el bálsamo, ¿cómo pretenden
quedar estos impresentables?, y se retiran triunfantes con las alforjas llenas.
Antiguamente, asaltaban a los viajeros en los caminos, y ahora no tienen la
valentía de ponerse delante de nosotros, lo hacen desde las mesas de reuniones,
sin mostrar sus rostros.
¿Ustedes, los del poder negro, tendrán
hijos, familia, etc., y cómo pueden mirarles a la cara, ustedes se merecen que
no les quieran, por ser todos genocidas económicos?, ¿Cuánto daño le hacéis a
la humanidad, y todo para morir un día con una mano delante y otra detrás?,
reflexionen por favor, desmonten estas cámaras de gas asfixiantes, dejen vivir,
atrévanse a amar a las personas, ya se que esta es vuestra gran asignatura
pendiente, y es por ello que vuestra ostentosa vida está rodeada de tanta
mentira, porque tampoco os quieren a ustedes los que os rodean, solo os
acompañan por el dinero, así de míseros viven ustedes hasta que ustedes
quieran.
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