Me he dicho: “¿seré capaz de
hablar de la muerte, saldrá algo decente?”, y voy a intentarlo. No es fácil
hablar de la muerte, de un tema que para tanta gente es tabú, no se atreven a
hablar acerca de ese momento, no les apetece, puede que sean supersticiosos, le
tengan miedo, etc.
¿Qué será la muerte?, ¿es un
final o un comienzo?, ¿podríamos hablar de sufrimiento o del descanso más
absoluto que jamás hayamos conocido en vida?, cuando se está sufriendo ¿ya se
está muriendo, o se muere después?, y también se me ocurre preguntarme: ¿es
posible una muerte dulce, sin sufrimiento?
Como no lo sé tengo que hacerme
preguntas, como no he hablado con nadie que haya hecho el viaje de ida y
vuelta, se suscitan las dudas, y tal vez existan muchas probabilidades que
desde aquí desconocemos.
Posiblemente se pueda morir a
voluntad, esto ha de ser viable en ciertas personas, si el deseo es consciente
y absoluto, yo así lo creo. Pero a la mayoría de las personas le viene por
agotamiento o fallo orgánico, debido a enfermedades, vejez, etc. A partir de
ese momento, después de abandonar la lucha y rendirse, se ha de experimentar en
retraimiento de cierre y una expansión en la oscuridad. Ha de ser como un paso
de la luz a la oscuridad, algo distinto a lo que oímos: “que se hace el túnel de
luz en donde están tus familiares ya fallecidos, que vienen a encontrarse
contigo”.
Yo apuesto, en un primer momento,
tal como he dicho, por un retraimiento que bien podría ser la desconexión de la
mente, el bloqueo de la misma, un centramiento en ella, el fin de las funciones
activas de esta. Esto representa el fin de la lucha y por tanto la rendición
más absoluta, y la luz se apaga mientras todos los músculos se relajan al
máximo nivel. Ya estás muerto, ¿ahora qué?
Ahora viene la religión a
salvarnos, eso creen mucho, yo siento no tener la fé que muchos dicen tener. No
he sabido de nadie que haya hecho el proceso inverso, se oyen historias, hay
que habla de resurrección, pero yo hace tiempo que deje de creer porque otros
lo dicen. Me di cuenta que sabía lo que experimentaba por mí, de un modo
consciente, y me quedé con este poquito. Así voy transitando más ligero, tratando
de simplificar y asumiendo mi ida, que se puede producir en cualquier momento,
porque vida y muerte van unidas de la mano. Podríamos decir que no son dos sino
una, y tal como afirman los científicos: no hay oscuridad, pues es ausencia de
luz; en este caso: no hay muerte, sino ausencia de vida. Al menos en esta
dimensión se acabó.
Por qué he dicho en esta
dimensión, porque sé que hay seres que se mueven, tienen capacidad de transitar
en momentos determinados en una dimensión más etérea, menos grosera, en cuanto
a materia se refiere, y que en determinadas circunstancias se tienen encuentros
con ellos. Tened en cuenta que os dije antes que solo creo en aquello que haya
experimentado en algún momento y de una forma consciente. Sé que muchos
discrepan y están en su derecho, porque si no saben de que hablo, si no lo
intuyen, si no lo han experimentado, es muy loable disentir e imaginar que son
fabricaciones mentales.
Por último, lanzo otra cuestión:
¿estas personas que pueden manifestarse en esa otra dimensión, la ocupan
estando vivos, o lo hacen estando muertos?, cada cual que reflexione y llegue a
sus conclusiones. Y si me permiten añadir a esta candela un palito, yo creo que
se dan los dos acontecimientos.
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