En el caso PP el gobierno lo
niega todo, como no puede ser de otra manera, hacen un esfuerzo terrible por
demostrar que su contabilidad es transparente. Claro que se refieren a la
contabilidad en “A” del partido, y con esto nos toman por idiotas a los españoles,
pues la contabilidad “B” se sabe que no aparecerá.
Del mismo modo siguen haciendo
esfuerzos proclamando a todos los vientos, como medida de claridad, que van a
hacer una auditoria interna y van a encargar una auditoria externa. De nuevo
nos toman por tontos y se quedan tan panchos, pues una vez más saben que en las
auditorias van a revisar la contabilidad “A”, la que se ha presentado en
Hacienda, pero no se revisa la que se oculta, la “B”. Que como es lógico se
mantiene escondida o está en manos de alguien, probablemente en manos de su
anterior tesorero, el Sr. Barcenas.
¿Qué hace el PP?, abundar en lo
que es tangible: “El Presidente hará el lunes una declaración de sus bienes, y
todos los dirigentes de la cúpula del PP firmarán una declaración jurada de no
haber recibido dinero negro como sobresueldos”, solo bastaría que dijeran lo
contrario. Pero, ¿habrá una investigación de la forma en que se compraron los
bienes suyos y de sus familiares más próximos, con qué dinero, cuadran los
dineros en bancos con los ingresos recibidos legalmente, menos los gastos?;
¿ordenará algún juez un registro domiciliario por si se halla dinero no
declarado?, ¿denunciará el PP o Rajoy al Sr. Barcenas?, o ¿será mejor callar
para que Barcenas no tenga que defenderse?
Sabemos que algunos medios de
comunicación, como han dicho, han encargado peritajes grafológicos del
contenido en las fichas contables manuscritas, y coinciden con la letra del tal
Barcenas, ¿acaso el Sr. Barcenas se distraía, pasaba su tiempo libre,
rellenando fichas contables a mano, como el que hace sopas de letras o
crucigramas?
Además, algunos apuntes han sido
ratificados por algunas de las personas cuyos nombres aparecen en dichas fichas
contables, como ha sido el caso de algunos que habiendo recibido un crédito por
parte del PP, y los devolvía en pagos fraccionados que aparecen en los registros de las fichas
publicadas. ¿Cómo es que estas fichas son una falacia según el PP, pero
contengan apuntes verdaderos y “falsos”?, alguien tendrá que decir y aclarar este
embrollo.
Habrá que auditar las cuentas de
las empresas constructoras que aparecen en las fichas, y que donaban grandes
cantidades al PP. Tendrán que dar explicaciones en concepto de qué las
entregaban, y el PP tendrá que contestar en concepto de qué las aceptaba.
Presumiblemente sería una parte para ayudar a la financiación del partido, y
otra parte parece que era la que se repartían los dirigentes del partido.
Al hilo de lo expuesto en el
párrafo anterior, habrá que investigar cuáles fueron las obras adjudicadas a
las empresas que donaron cantidades al PP, y en qué condiciones se adjudicaron.
Quiénes se presentaron a tales licitaciones y cuáles fueron los criterios de
los técnicos para adjudicárselas a esas empresas tan generosas con el PP.
Por último, decir que en casos de
corruptelas como parece puede ser esta, no se debe aplicar la prescripción de
los delitos, pues son casos de relevante importancia, por ser estafas al total
de los ciudadanos españoles, y no pueden quedar impunes. El daño tiene que resarcirse
a los ciudadanos y se han de aplicar condenas ejemplares en estos casos, para
evitar que en el futuro se sucedan tan lamentables episodios. Situaciones que
estamos viviendo los españoles resignados, indignados y con sensación de
impotencia al comprobar, una y otra vez, que la justicia no es igual para
todos. Y mientras nosotros, los ciudadanos, nos sentimos así, los presuntos delincuentes
siguen el juego parlamentario de charlas interminables, de discusiones
inútiles, donde no se dan soluciones y mucho menos, ejemplos. En un sistema
donde se compra la libertad, donde se pagan los delitos y donde no se devuelven
los dineros sustraídos, ¡esto tiene que acabar!
Ahora el caso de la ministra
Mato, ya está bien, es una detrás de otra, la gente se lo lleva calentito, y no
saben cómo se van de viaje gratis, o cómo le regalan los trajes, los coches, o
cómo les pagan las fiestas, o cómo les llegan los sobres. Gente tonta las
habrá, pero que no sepa cómo pagan o quiénes les regalan las cosas,… ¡Ya está
bien, que no somos gilipollas!
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