Hoy escribo en honor a una amiga,
que ha tenido el coraje de vivir su sueño, con total dedicación de su tiempo y
esfuerzo. Esta persona se ha visto obligada a buscarse la vida, como
vulgarmente se dice, tras una separación matrimonial un tanto traumática y
abusiva por parte de su cónyuge.
Desde aquel momento queda
desamparada, pues su ex no respetaba el acuerdo de separación, no le pagaba las
cantidades pactadas y se encuentra con una hija, y los gastos normales de la
casa: agua, luz, teléfono, comida, etc., a los que hacer frente.
Es en esa situación, y no voy a
decir que no pasando lo suyo, que se arma de valor y se aferra a su sueño:
hacer tartas, pero no tartas cualesquiera, sino verdaderas obras de arte en
muchas de las ocasiones. Trabaja con vocación y condimentándolo con mucho amor,
los resultados casi siempre son espectaculares. Modela con maestría el azúcar y
el bizcocho, entregándoles a sus clientes unas obras de arte de la pastelería,
que a algunos les habría gustado conservar en una vitrina, y que a muchos les
habrá costado meterle el cuchillo.
Esta mujer no ha parado de soñar
y ha puesto en pie un proyecto de negocio, para crecer como persona, cubrir sus
necesidades y las de su hija, pero estoy seguro que en ningún momento deja al
margen su deseo de complacer a sus clientes, haciéndolo cada día mejor,
modelando con más delicadeza, con mucho amor y con deseos de agradar a sus
clientes y servir el mejor producto que de su imaginación, creatividad y de sus
manos, puedan salir.
Hoy va por ti amiga, por ser tan
valiente, por encontrarte tan sola, porque a nadie le viene mal que le
reconozcan el esfuerzo realizado en el día a día, y por que a pesar de todo tu
sigues mirando hacia delante, continuas tu caminar, a veces puedes que flaquees
como nos ocurre a todos, pero vuelves a levantarte, le sonríes a la vida y te
sientas pacientemente a modelar figuras de azúcar multicolor, mientras tus
hornos trabajan silenciosamente, el bizcocho sube y el aroma dulce inunda tu
cocina.
Eres el ejemplo de inspiración
para muchos, porque de poco se puede hacer mucho si el deseo es grande y la
dedicación amplia; si te has permitido soñar y creer en tu proyecto, y por
supuesto si pasas a la acción como tu hiciste en su día.
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