Un día más frente a las teclas
del ordenador, como siempre disfrutando de la escritura, aunque confieso que hasta
este justo instante, no sé acerca de que voy a escribir. Quiero escribir y
quiero compartir algo que tendrá que salir, pero no se que aparecerá.
Tan solo tengo el deseo de poder
expresar lo que nace de mí, el sentir que de alguna forma me une a los demás
gracias a la tecnología, y al momento tan privilegiado en el mundo de las
comunicaciones que estamos viviendo; lo que le hace aún más relevante.
Dentro de unos años quién sabe
cómo nos comunicaremos, de qué medios dispondremos, qué aparatos o dispositivos
tendremos; o como dicen algunos tal vez no nos hagan falta los aparatos para
establecer cualquier comunicación.
Creo que vivimos en una evolución
continúa, de la que quizás no seamos consciente en el instante, aunque
indudablemente al cabo de un tiempo si lo apreciamos, pues emergen los nuevos
productos y los novedosos avances electrónicos, que por el momento son el
contexto de estos progresos en los diferentes ámbitos del ocio, del juego, y la
comunicación.
Todos los días observo y me
observo haciendo uso del ordenador, del móvil, de la tablet, de las
viodeoconsolas, etc. El mundo se halla inmerso en la señal digital de los
equipos, en los múltiples software existentes de las más variopintas
aplicaciones, convirtiendo este mundo en un mundo de radiaciones
electromagnéticas, lanzadas por los sistemas emisores y transmisores, que
circundan los aires buscando su destino, los receptores, las antenas de los
equipos para ser utilizados in situ o enviados por cables a las casas de los
usuarios.
¿No sigue siendo fantástico que
en ondas invisibles nos lleguen fotos, videos, juegos, documentos de todo tipo,
etc., e igualmente podamos enviarlos a otras personas? Es fácil decirlo, pero
en forma de señal electromagnética se codifican los diversos tipos de archivos,
programas, emisiones, etc., de las que hacemos uso.
De la misma manera, la facilidad
que ponen los medios para que podamos contactar con quienes queramos, asimismo
como hacer negocios, o simplemente visitar cualquier parte del mundo, callejear
en tres dimensiones, lo que queramos desde casa con toda la comodidad. Creo que
no lo apreciamos o cuantificamos por su cotidianidad, pero hay muchos estudios,
prácticas, tiempo, esfuerzos, materiales, decisiones, etc., que han precedido
estos momentos de disfrute; y hay que hablar de generosidad de los que
decidieron compartir sus adelantos con los demás. De lo contrario no tendría
sentido, pues si no se comparte lo que se descubre o inventa, no se conoce y
por tanto es como si no existiera.
Vivimos
momentos difíciles, algunos estaremos pasando momentos que tal vez nos gustaría
borrar, o bien pasar página, pero darnos un escape con algunos de estos medios
de comunicación, y poder tener la alegría de sentirnos cerca de otras personas
conocidas o no, produce alivio, reconforta, es un pequeño bálsamo a nuestros
problemas. Usemos estos medios adecuadamente, y como en la vida tratemos de
decirle a los demás todo lo bonito que nos inspiran, expresándoles nuestra
admiración y amor, ofreciéndoles nuestro apoyo. Seamos pacientes con los demás,
tolerantes, hagamos un esfuerzo por comprendernos, dialoguemos virtualmente y
en persona, resolvamos las cuentas pendientes, porque la vida es corta y el
viaje se ha de hacer ligero de equipaje.
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