Cuando unas cosas se acaban,
otras empiezan, y así sucesivamente. Es un ritmo incesante en el que tenemos la
posibilidad de experimentar cosas tales como: vivir un día diferente cada día,
poder disfrutar de personas distintas, enfrentarnos a retos nuevos, superar
nuevas situaciones, etc. Todo está o llega, diríamos que son en un momento para
dejar de estar en otro, de esta forma se pueden vivir momentos inesperados,
experimentar trabajos desconocidos, actividades impensables, e intimar con
personas que antes no pertenecían a nuestros círculos.
Hay que estar preparado para el
cambio porque nada es totalmente estático, ni tan siquiera los seres inertes,
los materiales que no tienen vida, que parecen imperturbables. Hasta estos
están sufriendo una degradación en forma de erosión, que les hace ser
diferentes con el paso del tiempo. Mucho más palpable son los cambios en los
seres que se sitúan en un plano más complejo de la vida, donde hay una
regeneración celular continua que acompaña al envejecimiento de los cuerpos, al
que no tenemos más remedio que entregarnos.
No hay que desesperar porque algo
ha llegado a su fin, pues cuando una puerta se cierra, si estamos atentos se
abre otra, solo hay que tener la voluntad y el arrojo para atravesarla. Este
símil puede equivaler a las oportunidades de trabajo, de pareja, de estudios,
de amistades, etc., y esto sucede en cada momento.
Tú puedes dedicarte a lo que tú
quieras si estás dispuesto a vivir con lo que esa dedicación te aporte. ¿Quién
impide que seas pintora, escritora, oradora, artista?, nadie, si no necesitas
el consentimiento o aprobación de alguien, ¿Lo entiendes? La cosa se pone peor
cuando además quieres ganar dinero con ello, pero hacer lo que tú quieras solo
te lo impides tú. Si deseas rentabilidad, fama, reconocimiento y todas estas
manifestaciones ajenas, tienes que ganarlas; es ahora cuando tienes que
competir con otras personas que pueden ofrecer aquello que tu ofreces. Es hora
de saber diferenciar tu esfuerzo del que realizan los demás, hablan los más modernos
de crear una marca personal; que no es más que diferenciarte por algo,
afianzarte en el sector de que se trate, y caminar con mentalidad ganadora,
respetuosa y honesta.
El párrafo anterior, dentro de
este escrito, es muy intencionado, pues he tratado de hacer ver que el momento
en el que toca a su fin, es a su vez un momento ideal para proyectar, para
sacar de la chistera tu sueño y darles alas. Podrás avanzar hasta donde tus
condicionamientos o limitaciones te permitan, hasta donde puedas o quieras asumir,
y los miedos te dejen.
Sé que además de esto hay
proyectos que requieren una inversión importante y puede no estar al alcance de
muchos, sé que los bancos están enrocados, sé que puede contagiarse la
desesperación del momento, pero por encima de todo estás tú, tu vida, tus
proyectos e ideas, y que lo más sagrado ha de ser llegar a ser quién tu te
mereces.
Eres importante para el conjunto
de los seres, para este momento que nos ha tocado vivir, y hay que seguir
caminando. Encuentra tu sitio y desde él crea tu sueño.
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