En los momentos de dificultad
económica generalizada, la crisis golpea a los más desfavorecidos, a las clases
más bajas, a los trabajadores, porque así lo dicta el poder, los gobernantes y
el dinero. Diganme quiénes votaron a los políticos que nos gobiernan para que
dicten normas “salvadoras”, que todas nos golpean directamente a nosotros:
recortes en educación, recortes en sanidad, congelación de pensiones, subidas
de tipos de interés, bajadas de los salarios, subidas de precios, subidas de
impuestos, despidos más baratos, más horas para la jornada semanal, retraso de
la jubilación, participación en el rescate de entidades financieras que
quiebran por mala gestión de sus responsables, que se van de rositas y con
pensiones blindadas millonarias. Vuelvo a preguntarme: ¿Quiénes votaron a
nuestros políticos para que actúen contra la población?, porque de todo lo
anteriormente hay noticias a diario, pero ¿alguien escuchó, salvo alguna
excepción, que se comienzan los recortes por los que más se están llevando, por
las clases más altas, por los que mayor poder adquisitivo tienen?.
¿Por qué no se acuerda un fondo
de rescate para los que están perdiendo sus trabajos, no tienen subsidio ni
ayudas, están siendo desahuciados, tienen hijos, no tienen para comer, etc.?
En estos casos, se oyen voces
agradeciendo la solidaridad de sus familias, que les ayudan cuanto pueden, pero
es vergonzante que la clase política gobernante sea incapaz de estructurarse
para crear empleo mediante el adecuado tejido industrial, que proporcione
prosperidad a cada región de este país, y que solo se encuentre divagando entre
las propuestas del poder europeo, la de los presidentes de bancos, la del
presidente de los empresarios, y sus propias artimañas de poder, que en muchos
de los casos desembocan en acciones corruptas de las que escapan en su calidad
de aforados.
La situación actual es merecedora
de una respuesta rápida y contundente por parte de la ciudadanía, que ha de
darse cuenta que es la base de la sociedad, que es la mayoría no representada
en los intereses políticos que se debaten en las cámaras, pues a la vista de
cómo nos perjudican está. Mientras tanto, esos individuos que dictan leyes
contra la población y su bienestar, tienen sueldos millonarios intocables, ¿Por
qué no se ponen sueldos de mil euros, por qué siguen cobrando cuando dejan sus
puestos de trabajo público, por qué existen estos agravios comparativos hacia
el resto de los ciudadanos?, ¿Por qué no se aplican las desastrosas reformas
laborales que hacen para el resto de la población?
No se si ya pillan lo que deseo
transmitir, somos nosotros los que debemos exigir cómo queremos vivir, con que
normas, sean mejores o peores, y nuestros gobernantes tienen que ser los
gestores de nuestras exigencias. Esto es democracia, la voz del pueblo, pero no
el sucedáneo dictatorial que padecemos, teniendo que estar sometidos a lo que
ellos dictan en contra de nosotros, porque los gobernantes no se incluyen en
estas medidas, siempre les sobrará el dinero para salirse del sistema público,
nosotros no.
Ir a votar cada 4 años es
insuficiente, la intervención de los ciudadanos ha de ser directa durante todo
el transcurso de gobernación, no podemos quedar en mano de quienes han
demostrado a lo largo de la historia nos saquean las arcas públicas, y ni pagan
por ello ni reponen lo sustraído. Debemos hacer llegar en cada momento, las
normas de cómo queremos vivir, y ellos son los responsables de que el deseo de
la población se realice, ¿Quiere la población que los gobernantes ganen
millones y los trabajadores 800 ó 1000 euros?, ¿Quiere la población que sus
gobernantes cuando se vean involucrados en asuntos turbios sigan en la
“empresa”, o sean despedidos?, ¿Quieren los ciudadanos ir al médico y tener que
pagar la consulta cuando ya contribuyen durante toda su vida laboral al pago de
la Seguridad Social?, ¿Quiere la población jubilarse más tarde, o será mejor
hacerlo antes y dejar puestos de trabajos libres para los más jóvenes?, ¿Eligen
los ciudadanos cuando sean despedidos ser finiquitados con veinte días en lugar
de con cuarenta y cinco días?, ¿Quieren los ciudadanos, que no puedan pagar una
hipoteca, que les sean quitadas las viviendas y seguir debiéndoles a los
bancos, o preferirían devolver las viviendas y saldar sus deudas con el banco?.
Entonces de que estamos hablando,
vivimos una forma de dictadura en cubierta, y tenemos que salir del letargo
para exigir, tal como tenemos en las comunidades de vecinos, un Administrador
al que le decimos queremos hacer tal o cual cosa, y el busca la manera de que se
realice, pues de una manera similar ha de ser con nuestros gobernantes, que
nosotros los elijamos, que nosotros les pongamos el sueldo que creamos
oportunos pues son nuestros empleados, y que se limiten a proponer cosas que
nosotros podamos autorizarles hacer o no.
Las leyes necesitan un giro de
180 grados para que el poder lo tengamos nosotros, porque lo que tenemos es una
burla hacia los ciudadanos, y un negocio lucrativo para los que alcanzan la
meta del poder, que una vez alcanzado se ramifica creando puentes que unen los
aspectos públicos y privados, confundiéndolos la mayoría de las veces.
Los derechos adquiridos por todos
los ciudadanos durante años están siendo fulminados en pos del poder monetario,
¿esto es lo que quiere la población?
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