Qué
puedo hacer hoy para que sean más felices las personas con las que me
relacione. Este es el punto de partida de hoy, qué puedo hacer para ser más sencillo,
más humilde, más yo.
Me
levanto, me doy el visto bueno y me digo: es fácil, tengo todo lo que necesito
para ser feliz, tengo la prudencia y paciencia necesaria para no actuar como un
resorte, para no intervenir si no es necesario y quiero. El control es mío, me
siento sólido y flexible a la vez, deseo abrazar a la gente, siento que las
quiero, creo que las necesito para caminar juntos y ayudarnos. Al menos, yo si
quiero ayudarte, la otra parte te corresponde a ti, por lo tanto haz lo que
creas que tienes que hacer. No soy nadie para dirigirte, ni tenértelo en
cuenta, tu eres yo también, un ser libre. Somos libres aunque, en ocasiones, la
mente se crea condicionada.
Mi
proyecto y tu proyecto son compatibles, no hay que rivalizar, no tenemos porque
cuantificar, pues parece que todo tendría que medirse o ponderarse. Esta es la
sociedad de a ver quién corre más, quién llega más lejos, sin importar el
ritmo, el placer de correr, la calidad o la importancia del destino a alcanzar.
Esta
sociedad viene remarcando que debemos ser más competitivos, pero jamás habla
como llegar a serlo, si no es denigrando al trabajador en cuanto a sus
derechos, salarios, etc. Hay otra forma de ser competitivo: dar calidad,
fabricar con esmero, amando lo que se hace, en un ambiente de trabajo
confortable, con las máquinas y herramientas adecuadas, utilizando materiales
de primera, diseñando adecuadamente y realizando un buen control de calidad.
Teniendo una dirección que se comunique constantemente con los trabajadores,
que les escuche, que atienda sus sugerencias referidas a las mejoras en los
procesos de fabricación. Estando bien formado el personal de las empresas,
empleando tiempo para ello. Tratando de ser todos los integrantes de una
empresa muy profesionales.
Con
todo ello, los precios no pueden ser los de los mercados donde a los
trabajadores, casi se les paga con un plato de comida y poco más. Es
comprensible, no van a ser los mismos precios, pero eso no es competencia ni se
ha de poner los ojos en esa rivalidad, que no es tal, pues la calidad tampoco
es la misma. Venden barato, están inundando el mercado con productos de baja
calidad, y muchos empresarios están tirando la toalla, cuando deberían saber
que ese es un mercado, pero no es el mercado del que desea algo que funcione,
pero que además haga con precisión una tarea, y sobre todo que lo pueda hacer
por mucho tiempo.
Comencé
hablando de una actitud personal desde el momento de levantarme, y ya me he
metido en la empresa, la venta, etc., como que esto de escribir es tan
maravilloso que a modo de hilo conductor, entra en zonas latentes de mi mente,
y saca, …. y saca material. Hasta yo me sorprendo por el placer que me produce.
No
os quiero cansar más, pero en cualquier asunto, como veis, hay mucha tela que
cortar, y con todo ello creo que venía a decir: que no te importe el juicio y
las movidas del momento. Tu confía en ti y en tu proyecto, en este caso puede
ser una idea o una empresa ya funcionando, y no pierdas tiempo en la queja.
Continúa tu camino, cuida las formas, haz siempre lo mejor para tu cliente,
dale la mejor calidad y profesionalidad. No persigas solo el dinero, ni el
aplauso, ni la aprobación; siéntete independiente en cuanto libre para hacer lo
que quieras, pero que siempre sea lo mejor para los que te rodean, y lo demás
tiene que llegar a la fuerza porque el objetivo es humano y generoso.
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